El economista y profesor de la Universidad de Alcalá, José Carlos Díez, ha analizado en la Entrevista Capital de este lunes las últimas medidas proteccionistas anunciadas por Donald Trump y la pretensión de los BRICS de construir una nueva moneda de comercio internacional como alternativa al dólar.
El economista analiza las amenazas arancelarias de Donald Trump y la propuesta de los BRICS para crear una moneda alternativa al dólar estadounidense.
¿Es viable una moneda común para los BRICS?
Respecto a la posibilidad de que los países BRICS creen una moneda común, Díez se muestra escéptico: "Por supuesto que no pueden. Cuando tú creas una moneda, lo que haces es unificar la política monetaria. Tienes un tipo de interés único y para que eso funcione, todas las economías que se integran en el área monetaria tienen que tener primero una estructura económica similar y segundo, un ciclo económico similar".
El economista recomienda a Brasil centrarse en otras prioridades: "Lo que tiene que hacer Lula es arreglarse con Milei y acelerar Mercosur, el área de libre comercio, no de unión monetaria", y añade que solo cuando alcancen un nivel de integración similar al europeo podrían plantearse una moneda común.
Europa ante la guerra arancelaria: oportunidad para España
Sobre las nuevas amenazas arancelarias de Trump, Díez considera que "vamos a un mundo más proteccionista y con menos comercio y menos crecimiento del comercio. Eso es un hecho". Sin embargo, coincide parcialmente con un reciente informe de McKinsey que señala a Europa como posible beneficiaria de esta situación.
"Lo que sí puede funcionar es lo que funcionó en Estados Unidos, que es el nearshoring, que parte de la deslocalización industrial que en Europa ha sido mucha, en España también, hacia Asia, se vuelva a traer y se relocaliza aquí", explica Díez, quien asegura que "el gran beneficiado será España, porque en este momento el sitio más barato para producir industria es España, principalmente por salarios, por niveles de productividad, pero sobre todo por costes energéticos".
El economista destaca que "el coste de la electricidad y del gas en España es un 30% más barato que en el promedio europeo", aunque advierte que para aprovechar esta ventaja España necesitaría una mejor estrategia industrial y menos inestabilidad política.
