El PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo español cerró 2017 en 38.286 dólares, por encima de los 38.140 dólares de Italia según el Fondo Monetario Internacional. España es por primera vez más rica de Italia y el FMI augura que la brecha seguirá ampliándose entre ambos países en los próximos años.

La diferencia actual del PIB per cápita PPA es ahora de un 0,3%, pero según el organismo será mayor dentro de cinco años, cuando se situará en España en 48.769 dólares frente a los 45.440 de Italia.

Esta medida es la suma de todos los bienes y servicios producidos en un año por un país en relación a una canasta de precios estandarizada y ponderada. El PIB PPA elimina las distorsiones que producen las diferencias de precios, descuenta la inflación de los países, y toma como referencia el mismo precio en productos iguales con el dólar como moneda de referencia mundial. Es decir, da una imagen más fiel y real de la situación de un país.

Sin embargo, este “sorpasso” se debe más a los problemas internos de la economía y la política italiana que al progreso real de España. El catedrático de economía de Cunef y director de estudios financieros de Funcas, Santiago Carbó, cree que es “algo simbólico”.

“Es evidente que refleja una situación más cómoda para nosotros pero debemos saber lo que ha hecho Italia en los últimos 20 años. Ha sido una economía fundamentalmente estancada a pesar de la enorme riqueza y de la gran actividad económica del norte, que es la más pujante de Europa” explica este experto. Mientras tanto, España “ha hecho los deberes y más reformas”, como el saneamiento del sistema financiero, mientras que Italia en eso es el país “más rezagado de Europa”.



Italia es todavía la tercera economía de la eurozona, pero para 2023 el FMI pronostica que también le sobrepasarán países como Eslovaquia o República Checa. Este estancamiento es precisamente uno de los motivos de las divisiones políticas y el descontento social perennes en el país.

El bajo rendimiento económico, la falta de saneamiento en el sector bancario y la elevada deuda hacen que Italia sea considerada una amenaza latente para el área de la moneda única.

Por su parte, España crece por encima de Francia, Alemania o Reino Unido aunque el organismo puntualiza que en realidad la economía es solo un poco mayor que a comienzos de 2008.