España afronta un cambio de modelo energético en un momento en el que la factura que debe pagar es más barata debido a la caída en los precios del petróleo. En todo caso, es necesario buscar un modelo menos sujeto a la volatilidad del mercado. La elevada volatilidad del crudo o el precio del gas lleva a un modelo energético cambiante en nuestro país. La inflación varía en exceso debido a este factor y para el ciudadano es complicado adaptarse a pagos tan diferentes entre los distintos meses. El problema es del tipo de energía, no de su cantidad. Lo explica Pedro Linares, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE.



Para mejorar el modelo energético en España y también estabilizar el precio, la solución pasa por centrarnos en la energía renovable o incluso en la nuclear, a pesar de sus riesgos de seguridad.

La energía nuclear se antoja como una de las más rentables desde el punto de vista de la inversión y el retorno que se obtiene de ella, aunque la apuesta por las renovables parece la más inteligente a tener del informe de Economics for Energy, que ha dirigido el propio Linares. Una energía a la que España le puede sacar mucho partido, dadas sus condiciones medioambientales, y que además permitiría tener un entorno de precios controlado.

En esa línea, Linares comenta que el sector energético (o el eléctrico, más concretamente) es complejo y hay asuntos que son difíciles de explicar, pero hay que hacer un esfuerzo para contarle al ciudadano por qué está pagando.