El Departamento de Comercio de EE.UU. ha elevado los aranceles de importación de los fabricantes de acero chinos en cinco veces, un 522%, tras acusarlos de vender sus productos por debajo de los precios del mercado. Los impuestos se aplican específicamente a las planchas de acero laminado en frío de fabricación china, que se utiliza en la fabricación de automóviles, contenedores de transporte y la construcción.

La decisión del Departamento de Comercio llega en medio de las tensiones comerciales que han aumentado entra las partes por varios productos, incluido los pollos, y el acero es un tema especialmente sensible. Los productores de acero de Estados Unidos y de Europa alegan que China está distorsionando el mercado global.

Algunos analistas ven en esta subida de tasas un movimiento político porque sólo se dirige a una pequeña cantidad de acero de China y Japón y no tendrá un gran impacto.

Es un año electoral, y los candidatos presidenciales de Estados Unidos han ido elevando la retórica sobre las prácticas comerciales desleales por parte de China. La industria del acero estadounidense asegura que alrededor de 12.000 trabajadores han sido despedidos en el último año debido a la competencia desleal china.