La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, ha vuelto a garantizar que un acuerdo de libre comercio e inversiones con EEUU (TTIP) "no rebajará" la regulación europea sobre protección de consumidores o medioambiente.

"Ningún acuerdo comercial de la UE rebajará jamás nuestro nivel de protección de consumidores, seguridad alimentaria o medioambiente. Los acuerdos comerciales no cambiarán nuestras normas sobre organismos modificados genéticamente, cómo producir una carne segura o cómo proteger el medioambiente", declaró Malmström en su blog.

GreenPeace ha publicado una serie de textos de las negociaciones que mantienen la Unión Europea con Estados Unidos sobre el Tratado para el Comercio y la Inversión, más conocido por sus siglas TTIP. Son 248 páginas de documentos de la negociación en áreas como agricultura, sanidad, competencia o propiedad. Según la ONG ecologista, estos papeles muestran las implicaciones de largo alcance para el medio ambiente y las vidas de casi 1.000 millones de ciudadanos. Además, señalan, revelan las presiones de Estados Unidos a la Unión para rebajar la protección ambiental. El jefe de la  representación política de Greenpeace, Stefan Krug, señala “Está bastante claro que los americanos tienen una filosofía completamente diferente de la protección del medio ambiente y los consumidores, así que supongo que es un buen momento para tratar de poner  transparencia en todo este proceso y comenzar realmente un debate público sobre el tema ".



Greenpeace muestra su preocupación por que se rebajen  las exigencias sobre requisitos para los productos químicos, pesticidas y organismos modificados genéticamente, que tienen una importante regulación comunitaria. Otro asunto que inquieta es la posibilidad de que se pueda comercializar en la UE carne hormonada (algo aceptado en EE.UU.) o piensos fabricados con harinas de origen animal.

Por su parte, el jefe negociador comunitario, Ignacio García Bercero, recordó en una rueda de prensa que, "por lo que respecta a la UE, no hay problema" en el sentido de que las posiciones expresadas por la Unión en esos papeles "ya eran públicas". "Dicho esto, toda negociación con un país tercero se ha de hacer con respeto y esto incluye la posición de EE. UU., que ellos no querían que fuera pública", apuntó.

Según García Bercero, "francamente, algunos de los puntos que ha destacado Greenpeace sobre estos documentos es errónea".