Las exportaciones japonesas se han ralentizado en agosto por segundo mes consecutivo, afectadas por la desaceleración económica que está viviendo China. Han subido un 3,1% en tasa interanual pero la cifra está por debajo de lo esperado (4%) y es bastante inferior al dato de julio cuando subieron un 7,6%. Las ventas a China han bajado por primera vez desde febrero, un 4,6% debido a la caída de pedidos de componentes para coches y productos electrónicos. Mientras, las exportaciones a Estados Unidos, han crecido un 11,1%, anual el mes pasado en comparación con un aumento del 18,8% en julio.

En cuanto a la Unión Europea, tercer socio de Japón, el déficit fue de 1.274 millones de euros, un 398,9% más. Con Brasil registró un saldo negativo de 239 millones de euros lo que supone un 24,6% menos. En el caso de Chile, también registró un saldo de negativo de 340 millones de euros, un 3,3% más. Por su parte, las importaciones cayeron un 3,1% anual en agosto. El déficit comercial nipón supera los 4.000 millones de euros.

Algunos economistas creen que el Banco de Japón ampliará su flexibilización cuantitativa el próximo mes cuando revise sus previsiones económicas a largo plazo. El gobierno también tiene previsto introducir nuevas políticas para aumentar la productividad mediante el fomento de un mayor gasto de capital, pero el debilitamiento de las exportaciones podría hacer que las empresas japonesas sean más reacias a invertir en equipos de fabricación .