Goldman Sachs, una de las casas más pesimistas sobre los precios del crudo, eleva su pronóstico a corto plazo para el petróleo estadounidense mientras espera un mayor recorte de la producción mundial. Estima que el West Texas se situará en un promedio de 45 dólares por barril en el segundo trimestre del año y subirá a 50 en el segundo semestre de 2016. Este pronóstico está detrás de las subidas por encima del 1% del Brent y el Texas que vemos hoy en el mercado de materias primas.

El banco de inversión eleva su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial en 200.000 barriles por día a 1,4 millones de barriles, anticipando una mayor demanda desde Asia, especialmente en China. Reconoce que el mercado de crudo se ha beneficiado en las últimas semanas de las interrupciones de la producción en Nigeria y la reducción de la producción de más de un millón de barriles por día en Canadá, por el incendio forestal en Alberta. Goldman pronostica también una disminución más gradual de los inventarios en la segunda mitad del año. Así, se pondría fin a dos años de superávit de oferta.