Luis de Guindos se estrena hoy como vicepresidente del BCE, eclipsado por la moción de censura, en un día en el que además el BCE cumple su vigésimo aniversario.

Recoge el testigo de Vítor Constancio en medio de nuevos sobresaltos en Europa y se convierte de este modo en el cuarto vicepresidente en la historia del BCE y en el español que más alto ha llegado en la institución europea. Un desafío, tal y como decía el propio Luis de Guindos cuando se anunció su elección:



Italia será uno de los retos a corto plazo que el nuevo vicepresidente del BCE deberá abordar junto a Mario Draghi, ya que el BCE es el mayor tenedor de deuda italiana. La primera comparecencia de Guindos como miembro del BCE será el próximo 14 de junio en Letonia y allí se espera que hable tanto de la situación política en Italia como en España.

Sustos políticos aparte, el principal desafío para Guindos en la agenda del BCE será la normalización de la política monetaria y la retirada de estímulos sin provocar turbulencias en los mercados. David Cano, director general de AFI:



España no tenía un representante en el Comité Ejecutivo del BCE desde el año 2012, cuando finalizó el mandato de José Manuel González Páramo. Con la vicepresidencia de Luis de Guindos, nuestro país ya tiene asegurada la presencia en la entidad durante los próximos ocho años.

Dado que el exministro de Economía no ha hecho muchas comparecencias públicas sobre política monetaria, el mercado se cuestiona cuál será su perfil respecto a los estímulos monetarios: los analistas se decantan más por paloma que por halcón.

Ahora la siguiente duda es quién será la pareja de Luis de Guindos que haga el contrapeso una vez que Mario Draghi abandone la presidencia del BCE a finales del año que viene.  El nombre que más resuena es el del presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann.