El Gobierno gravará por un lado a las grandes fortunas y por el otro, incrementará el límite con el que se bonifica en el IRPF a las rentas más bajas hasta los 21.000 euros, desde los 18.000 anteriores.

Por la parte alta, se establece un nuevo impuesto a las fortunas que superen los 3 millones de euros al mismo tiempo que las rentas a partir de 200.000 euros tributarán también más.

A partir de 200.000 euros se sube un punto hasta el 27% la tributación y, a partir de 300.000 euros se elevan hasta dos puntos, es decir, hasta el 28%.

Un impuesto temporal que se implementará en los próximos dos años en tres tramos que irán desde los 3 millones, donde se aplicará un impuesto del 1,7% mientras que, al llegar al más alto, por encima de 10 millones será del 3,5%.

Por la parte baja, las medidas en el IRPF incrementan hasta las rentas de 21.000 euros el beneficio fiscal que hasta ahora se aplicaba en las rentas de hasta 18.000 euros. Esta reforma se calcula que permita un ahorro de 1.881 millones de euros.

La bonificación fiscal a las rentas bajas afectará al 50% de los contribuyentes

Mientras que el impuesto temporal aplicado a las grandes fortunas repercutirá en el 0,1% de los contribuyentes, la bonificación fiscal del IRPF afectará al 50% de los contribuyentes.

Un dato que, si se paran a pensar, tiene doble lectura, ya que deja entrever que la mitad de los contribuyentes españoles gana menos de 21.000 euros al año.

Cuantía que dista mucho del salario medio anual que supuestamente se sitúa en los 24.000 euros anuales.

Reino Unido se pasa de rosca y España se queda corta

Si Reino Unido se pasa de rosca, España se queda corta según Fernando Tomé, vicerrector de la Universidad de Nebrija.

En opinión del experto esto "solo traerá más fraude fiscal" al no contar con el incremento de la economía oculta ni en "la capacidad de deslocalización y de mitigar el impacto fiscal que tienen las rentas más elevadas en nuestro país".

Un plan fiscal más discreto que el aprobado por el ministro de Economía en Reino Unido, Kwasi Kwarteng, que no ha dejado indiferente ni al mercado de deuda ni a la libra, a la que hemos visto desplomarse hasta niveles históricos.

Se trata de la mayor bajada de impuestos en el país desde la década de los 70. Una decisión que se toma al poco tiempo de que la nueva primera ministra británica Liz Truss llegue al cargo, con reprimenda del Fondo Monetario Internacional incluida.

La oposición dice que Sánchez improvisa y empresarios que la medida es un error

Las críticas no han tardado en aflorar y una de ellas ha sido la del presidente de la CEOE Antonio Garamendi, quien ha señalado que la medida "es un error" y que lo que debe hacer es "deflactar tarifas".

Por supuesto, también al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijó que acusa al Gobierno de "actuar de forma improvisada". También ha señalado que la bajada de impuestos a rentas bajas es "decepcionante" y "escasa".