Nos adentramos en una nueva era de rivalidad económica a nivel global que responde sobre todo al auge de China y a sus aspiraciones en el escenario mundial. Los recientes aranceles que los Estados Unidos han establecido para proteger su industria automovilística frente a la industria china son un ejemplo de lo que nos espera en los próximos años, así que cabe preguntarse cuáles serán las industrias europeas que liderarán nuestra economía.

Algunas de las industrias mejor posicionadas para sostener a Europa son las energías renovables, la industria automotriz o la banca. Vamos a repasarlas con más detalle para tener una idea más clara de cuál será el futuro económico de nuestro continente.

Las energías renovables

Europa no es el continente ideal para producir electricidad procedente de energías renovables. Irónicamente, regiones que se han caracterizado por la exportación de hidrocarburos como el Golfo Pérsico también presentan condiciones ideales para la instalación de plantas fotovoltaicas y eólicas. En Europa, en cambio, países como Alemania o Dinamarca tienen muchas menos horas de sol al año, y el sol alumbra con menor intensidad.

Estas dificultades han hecho que la fabricación e instalación de plantas de energía renovable haya avanzado especialmente en nuestro continente. Empresas como Iberdrola son grandes líderes a nivel global en el sector de las renovables, lo que acelera la independencia energética de nuestro continente y permite a las empresas europeas conseguir contratos muy lucrativos para la instalación de plantas eléctricas en otras regiones del mundo.

La industria química

Pese a que son menos conocidas para el público general, las empresas químicas europeas se encuentran entre las más importantes del mundo. Mención especial merece la alemana BASF, una compañía centenaria que se ha convertido en uno de los principales fabricantes de materiales de alto rendimiento y productos químicos básicos, intermedios o especializados para todo tipo de industrias.

La fabricación de sistemas de valoración química y otros tipos de maquinaria específica del sector también es uno de los puntos fuertes de la industria europea. Si bien es cierto que Europa no cuenta con grandes minas de tierras raras como China o Australia, la capacidad europea para elaborar sustancias químicas y fabricar maquinaria avanzada permite al viejo continente seguir siendo competitivo en los mercados globales.

La banca

La banca europea es uno de los grandes motores de nuestra economía, especialmente en España, donde tres de las cinco mayores empresas del país son bancos. Además, tanto la banca española como la de diversos países europeos no solo desarrolla su actividad dentro de las fronteras nacionales, sino que tiene una presencia cada vez mayor en otros territorios como América Latina o África.

La banca europea se encuentra además respaldada por el BCE, y ha sido capaz de resistir con solidez tanto la crisis del 2008 como la del 2020. Pese a que los elevados tipos de interés de los últimos años han ralentizado la economía para combatir la inflación, los bancos europeos siguen en buena forma, y se consolidan como otro de los grandes pilares que sostienen la actividad económica de nuestra región.

La industria automotriz

Europa siempre ha sido uno de los grandes jugadores globales de la industria automotriz, sobre todo gracias a titanes como el Grupo Volkswagen, Stellantis y el Grupo Renault. En España ya no contamos con una empresa automotriz propia –Seat pertenece a Volkswagen–, pero seguimos disfrutando de una presencia relevante en el sector que puede ampliarse todavía más gracias a la fabricación de vehículos eléctricos.

En concreto, hay planes para instalar una fábrica de baterías en Extremadura, como parte de un acuerdo para permitir la extracción del litio presente en sus minas. Esto devolvería a España a la primera línea global de la industria automotriz, aunque no sea a través de empresas propias. En cuanto a la fabricación de EVs a nivel europeo, se espera que los futuros aranceles a los EVs chinos refuercen a nuestra propia industria y la hagan más competitiva.

La industria aeronáutica

El sinfín de accidentes y problemas técnicos de los aviones Boeing en los últimos años ha puesto en evidencia una larga lista de malas prácticas en la compañía estadounidense. Numerosos empleados y ex empleados de Boeing han denunciado políticas de contratación ineficientes en la empresa, problemas de fabricación y en la cadena de montaje, y numerosas negligencias a todos los niveles.

Esto deja a la europea Airbus en una posición donde prácticamente no tiene competencia en los mercados internacionales. Los encargos de nuevos aviones comerciales están siendo acaparados por Airbus, lo que beneficia a todos los países donde la empresa europea tiene sus operaciones. Esto incluye a Francia, Alemania, los Países Bajos y España, así que nuestra industria aeronáutica experimentará un gran impulso en los próximos años.