El Nikkei de Tokio acaba la semana en verde. Ha cerrado con una subida del 1,38%. Al igual que el otro índice japonés, el Topix que suma un 1,1%. Después de que el primer ministro Shinzo Abe haya dado a conocer un nuevo objetivo de crecimiento y se haya comprometido a cumplir tres patas del Abenomics: una economía fuerte, un mayor apoyo a las familias con hijos y a la seguridad social del país. Sin embargo, el dato de IPC del mes de agosto ha caído por primera vez en dos años. Ha retrocedido un 0,1% respecto al mismo mes del año anterior, precisamente por la débil demanda interna y la caída de los precios del petróleo.

Hay que destacar a Sharp, se ha desplomado un 7% en la bolsa de Tokio hasta tocar su mínimo en cuarenta años. Lo hace a raíz de que un diario económico haya informado de que el fabricante de electrónica japonés tendrá pérdidas en la primera mitad del año.

La bolsa de Shanghái en números rojos, desde que comenzó la sesión. Se ha dejado un 1,76%. También vemos caídas para la bolsa de Hong Kong del 0,47%.

Dos apuntes más. El mercado de valores australiano ha anunciado que abrirá una oficina en Hong Kong la semana que viene. Se trata de dar más facilidades a los operadores y que tengan un acceso más directo y rápido al mercado de Sidney. También ha iniciado un servicio de liquidación de yuanes con el Banco de China y ha firmado un acuerdo para trabajar con la Asociación de Futuros de China. Su red ya está conectada a Singapur, Londres y Chicago.

Y en Indonesia, los inversores extranjeros han sacado 104 millones de dólares en acciones en lo que va de semana. Como consecuencia, la rupia está sufriendo su peor caída semanal en dos años. La economía de Indonesia crecerá este año menos de lo previsto.