La Reserva Federal constata la ralentización de la actividad económica en el inicio del año en Estados Unidos debido al cierre parcial de la Administración a comienzos de año, la debilidad de la demanda global y los mayores costes por los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump.



Al menos seis de los doce distritos en los que se divide Estados Unidos registraron una menor actividad económica, según el Libro Beige. El mercado laboral sigue ofreciendo información positiva, y la mayoría de los distritos apuntó aumentos salariales y escasez de trabajadores.

Para José Manuel Amor, socio de mercados de AFI, la lectura "no es tan negativa". Viene a reflejar que durante los dos primeros meses del año hubo impacto del cierre parcial del gobierno y el consumo y el sector manufacturero o residencial han atravesado algunas dificultades. "Es una economía en pico cíclico pero no en una fase de recesión", apunta.

Esa falta de entrada en recesión ha impulsado los mercados "después de una infravaloración por temor a esa situación recesiva que no se está produciendo". La barrera que muchos ven ahora es como superar los niveles actuales que están cerca de la media histórica de los últimos cinco años. Para José Manuel Amor la barrera está en que "no hay concreción en la caída de la prima de riesgo que puede provocar el acuerdo entre China y EEUU".

Tampoco hay concreción de noticias positivas en el sector manufacturero y existe la necesidad de asistir a mayor certidumbre en ciertas áreas de mercado donde siguen existiendo los riesgos. "Después de un rally siempre hay una fase de dudas y ahí es donde está ahora el mercado", concluye.