El Foro Económico Mundial de Davos ha presentado el Informe de Riesgos Globales 2019, en cuya elaboración han participado Marsh & McLennan Companies y Zurich Insurance Group.

Entre las advertencias, Davos alerta de la débil cooperación internacional para luchar contra los riesgos globales; el aumento de la confrontación geopolítica y geoeconómica; el desarrollo de las amenazas cibernéticas. Además por primera vez, el informe recoge la pérdida del bienestar psicológico y emocional de los individuos entre los riesgos mundiales; el aumento del nivel del mar, que provocará que 500 millones de personas tengan que migrar por la esperada subida de 50 centímetros del agua de aquí a 2050; y las políticas centradas en el estado en detrimento de respuestas colectivas.



"Con estas conclusiones podríamos decir que hay un riesgo de regresión de la globalización. Lo estamos viendo en políticas fiscales, políticas migratorias... Es un riesgo al que deberíamos prestar atención en 2019", afirma el director del Servicio de Estudios de Marsh.

De los 30 riesgos que describe el informe, cinco de ellos destacan por su probabilidad de ocurrencia. Y todos ellos menos dos, son ambientales: clima extremo, débil respuesta al cambio climático y catástrofes naturales.

Este quinteto de los principales riesgos por probabilidad lo completan dos tecnológicos: robo de datos y ciberataques. Según la encuesta, en un escenario de 10 años, los riesgos cibernéticos siguen imperando como una de las mayores preocupaciones con respecto al 2018.


Otros cinco riesgos destacan por su impacto. El principal son las armas de destrucción masiva, seguido por el fracaso de la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo; eventos meteorológicos extremos, como inundaciones o tormentas; crisis del agua; y catástrofes naturales como terremotos, tsunamis o erupciones volcánicas.

Estos riesgos globales impactan en las empresas en varios frentes. Generan un elevado desempleo, burbuja de activos, fracaso de los gobiernos nacionales y fallos de las instituciones financieros. En el caso de España, el informe destaca, además, como riesgos para las empresas, el fallo en la planificación urbanística y el mal uso de la tecnología, una derivada esta última del envejecimiento de la población, que, a su vez, es una de las tendencias más preocupantes que ha detectado el Foro Económico Mundial: "Se va a convertir en riesgo para la economía, el gobierno y la sociedad", alerta José María Elguero.