Mientras la tasa general de inflación en la eurozona se mantiene en estable en 1,3% en julio, la tasa subyacente, la que excluye la evolución de la energía y la alimentación, marca máximos de cuatro años. Según los datos preliminares de precios que este lunes ha ofrecido Eurostat, el IPC subyacente toca el 1,3% en julio en el conjunto de los 19 países que compartimos el euro como moneda. La cifra se situaba en 1,2% en junio y el mercado esperaba una bajada en julio al 1,1%. El motivo de la subida es la escalada de precios en el sector Servicios.

La subida de la inflación subyacente muestra que hay presión en los precios más allá de la volatilidad que caracteriza a los precios del petróleo y los alimentos. Y esto, según la mayor parte de los economistas, es un síntoma de crecimiento económico.

El objetivo de tasa de inflación del BCE se sitúa cerca pero por debajo del 2%, tal y como repite constantemente el presidente de la entidad Mario Draghi. Una subida de la tasa subyacente podría acelerar el comportamiento de la tasa general de IPC y acelerar el proceso de reducción de estímulos que el BCE va a empezar a estudiar este otoño.

Este lunes también hemos conocido que la tasa de paro en la Eurozona baja al 9,1% en el mes de junio. Se trata de la tasa de paro más baja desde febrero de 2009 y mejora las expectativas de los analistas, que esperaban una tasa de paro del 9,2% en junio. Por países, destaca la bajada del paro en Italia (del 11,3% en mayo al 11,1% en junio) y en España (dónde la tasa de desempleo según Eurostat pasa del 17,3% de mayo al 17,1% de junio). En Alemania, la economía más importante de la Eurozona, la tasa de paro bajó en junio al 3,8% desde el 3,9% de mayo.