En su informe semestral de Perspectivas, la OCDE constata la mejora de la economía española pero alerta de los efectos nocivos de las tensiones políticas “persistentes” en Cataluña. Esto puede disminuir la confianza de los negocios y del consumidor y obstaculizar la demanda doméstica más de lo esperado.

El organismo eleva sus previsiones de crecimiento económico en 2017 en tres décimas , desde el 2,8% que pronosticó en junio al 3,1% ahora. Sin embargo, baja levemente las de  2018, del 2,4% al 2,3%, en línea con el Gobierno español.

Respecto a la inflación, la OCDE señala que la será más baja de lo deseado. Caerá hasta el 1,3% en 2018 -en octubre se situaba en el 1,6 %- y el desempleo se contraerá hasta el 14 % en 2019, por encima de la media europea.

Comenta que el desempleo está cayendo gradualmente, pero sigue alto, sobre todo en los jóvenes y los parados de larga duración. Por eso, aconseja  reducir la brecha entre las indemnizaciones por despedir a trabajadores temporales e indefinidos.

El documento pronostica que el déficit público caerá en 2017 hasta el 3,2 % del PIB -frente al 4,5 % de 2016-, ligeramente por encima del 3 % que exige Bruselas.