La rupia india es la moneda más castigada del año en la región Asia-Pacífico. Mientras las casas de análisis descartan que una subida de tipos del banco central mañana pueda ayudar a detener el descalabro de la divisa, la rupia ha caído a sus mínimos históricos: 73,78 rupias por dólar.

El incremento de los precios del petróleo, con un Brent que ha llegado a tocar los 85 dólares por barril, es uno de los factores que más está castigando a la divisa. La India importa más del 80% del crudo que necesita. Al estar el pago del petróleo vinculado al dólar, la subida del precio del barril fortalece a la moneda estadounidense y pasa factura a la rupia. Además, las sanciones a Irán hacen prever que ese incremento de los precios del crudo vaya en aumento, lo que supone una mala noticia para la divisa india y para el déficit por cuenta corriente del país.

Precisamente el déficit es otra de las grandes preocupaciones del Gobierno de Narendra Modi. En el primer trimestre fiscal, se ha ampliado en 15.800 millones de dólares, y ya supone un 2,4% del PIB, frente al 1,9% del trimestre anterior. La previsión es que esta brecha en la balanza por cuenta corriente siga ampliándose y, por tanto, continuará la depreciación del valor de la rupia.

A todo ello se une la fortaleza internacional del dólar y la subida de tipos de interés de la Reserva Federal, con los consecuentes efectos sobre las divisas de los mercados emergentes. El aumento en el rendimiento de los bonos estadounidenses servirá de incentivo para que los fondos extranjeros inviertan su dinero en el país norteamericano, donde obtendrán mayores rendimientos. Esto conducirá a una salida de fondos extranjeros del mercado indio. Es decir, malas noticias para la rupia mientras el billete verde sigue fortaleciéndose.

Todos estos motivos podrían hacer que el banco central suba los tipos de interés esta semana. Mientras, el mercado vigila como afronta la cuestión de la liquidez y si cambia las previsiones de inflación para lo que resta de año.