Por Francesco Guarascio


BRUSELAS (Reuters) - Los líderes de la Unión Europea y Turquía se disponían el domingo a firmar un acuerdo que ofrece a Ankara dinero y relaciones más estrechas a cambio de ayuda para detener el flujo de inmigrantes a Europa, según el borrador de conclusiones de la cumbre.


Consciente de una sensación de desesperación en Europa para solucionar una crisis que ha puesto en duda el futuro de su área libre de pasaportes, Ankara ha librado una dura negociación.


Fuentes diplomáticas dijeron que los 28 gobiernos de la UE tuvieron muchas dificultades hasta el sábado para acordar una oferta final.


El borrador del acuerdo al que Reuters tuvo acceso deja claro el intercambio, que implica ayuda de Turquía para gestionar los flujos migratorios hacia la UE -de hasta 1,5 millones de personas sólo este año-, y dinero de la UE y la reactivación de las conversaciones sobre la adhesión al bloque.


"Ambas partes (...) con efecto inmediato, intensificarán su cooperación activa sobre inmigración (...), evitando viajes a Turquía y la UE, garantizando (...) cláusulas de readmisión y rápida devolución de inmigrantes que no necesiten protección internacional a su países de origen", dijo el borrador.


El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, que se reunirá con los 28 líderes nacionales de la UE durante tres horas a partir de las 1500 GMT, dijo a su llegada a la cumbre en Bruselas que se trataba de un "nuevo comienzo" en la aspiración de Turquía de convertirse en miembro de la UE, bloqueada durante 10 años.


"Hoy es un día histórico en nuestro proceso de adhesión a la UE", dijo Davutoglu a la prensa. "Estoy muy agradecido a todos los líderes europeos de este nuevo comienzo", dijo.


El presidente de la cumbre, Donald Tusk, hizo sin embargo hincapié en que la reunión se centraba principalmente en detener el flujo de inmigrantes.


"He convocado esta cumbre para decidir en primer lugar lo que la UE y Turquía deben hacer juntos para hacer frente a la crisis migratoria. Nuestro principal objetivo es detener el flujo de inmigrantes a Europa", dijo Tusk.


Los europeos, sobre todo la canciller alemana, Angela Merkel, están bajo presión para gestionar la mayor afluencia de personas desde la Segunda Guerra Mundial, la mayor parte de ellas a Alemania. La crisis ha ayudado a posiciones populistas y ha enfrentado a unos países con otros, poniendo a prueba las fronteras abiertas de la UE.


"Llegaremos a un acuerdo sobre el plan de acción de la UE y Turquía", dijo Merkel a su llegada a la cumbre. "Una parte fundamental de este plan de acción UE-Turquía será cómo podemos reemplazar la inmigración ilegal por la inmigración legal, cómo podemos mejorar la situación de los refugiados en Turquía", dijo.


Las medidas que la UE ha adoptado en los últimos meses no han hecho mucho por controlar los movimientos migratorios. Aunque el clima invernal puede reducir las cifras durante unos meses, también está empeorando la situación de decenas de miles de personas atrapadas por el cierre de fronteras en los Balcanes.


La cumbre del domingo, convocada hace sólo unos días mientras Bruselas trataba de cerrar un acuerdo ofrecido hace más de un mes, se ha complicado por el derribo por parte de Turquía de un avión de guerra ruso en la frontera con Siria.


Eso ha complicado los esfuerzos europeos por volver a conectar con Moscú, a pesar de unas aún tensas relaciones por Ucrania, para tratar de avanzar hacia una paz en Siria que podría acabar con la huida de los refugiados y contener al Estado islámico.


El primer ministro irlandés, Enda Kenny, dijo que la tensión entre Ankara y Moscú por el derribo del avión de combate era de "enorme preocupación" y la jefa de la política exterior de la UE, Federica Mogherini, dijo que el incidente no debía afectar a la perspectiva de encontrar un acuerdo político en Siria.


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