La economía alemana, pilar fundamental de la zona euro y principal socio comercial de la Unión Europea, se enfrenta a un panorama económico preocupante. Según las últimas previsiones de Crédito y Caución, compartidas por Pavel Gómez del Castillo, responsable de Comunicación de la aseguradora, el crecimiento de Alemania estará "por debajo del 1%" en los próximos años, con estimaciones del 0,4% para 2025 y del 0,8% para 2026.
"En 2024 las exportaciones de Alemania cayeron en el entorno del 0,7% y la inversión en el entorno del 7%", señala Gómez del Castillo. Este es el segundo año consecutivo de caída en las exportaciones, un dato "muy preocupante" que refleja un "problema claro de competitividad" en sectores estratégicos como la maquinaria, el automóvil y el material eléctrico.
El informe de Crédito y Caución advierte sobre el impacto potencial de la guerra comercial con Estados Unidos. "Si esos aranceles generales sobrepasan el 10%, habrá un empeoramiento claro del escenario base y podríamos ya entrar en un terreno donde haya una recesión en Alemania", alerta Gómez del Castillo, subrayando que esto afectaría a toda la Unión Europea.
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Pavel Gómez del Castillo, Responsable Comunicación de Crédito y Caución, presenta el último informe sobre las perspectivas de crecimiento de Alemania.
Atención al sector del automóvil
La Administración entrante en Alemania se enfrentará a la ardua tarea de mantener un crecimiento positivo. Es imposible endulzar el estado actual de la economía alemana: en 2024 las exportaciones cayeron un 0,7% y la inversión fija un 2,7%; las exportaciones se contrajeron por segundo año consecutivo tras los malos resultados de los sectores de material eléctrico, maquinaria y automóvil. Crédito y Caución prevé que el PIB de Alemania crezca un 0,4% en 2025, un pequeño alivio tras las contracciones de 2023 y 2024, pero ni siquiera este pequeño repunte está garantizado.
La aseguradora de crédito prevé que la industria automovilística alemana crezca un máximo del 2% en 2025, tras la contracción del 4% en 2024. La producción de la construcción se estabilizará tras un descenso del 3% en 2024. Es improbable que el sector de maquinaria salga del terreno negativo, tras un descenso de casi el 6% el año pasado. El impacto de los aranceles sobre el acero y el aluminio impuestos recientemente por Estados Unidos a las exportaciones alemanas será modesto, pero hay una alta posibilidad de aranceles generales a la Unión Europea.
“El sector exportador ya lo estaba pasando mal, pero la elección del presidente Trump en Estados Unidos puede haber empeorado la situación. Los exportadores se enfrentan a un panorama cada vez más sombrío, ya que el presidente Trump amenaza con aranceles contra la Unión Europea y, en particular, contra las exportaciones de automóviles alemanes.
Esto podría bastar para arrastrar a la economía alemana casi hasta el crecimiento cero en un momento en que los fabricantes alemanes también están luchando para competir con productos chinos más baratos en el mercado global”, explica el economista de Atradius Theo Smid. “Esperamos que la economía tenga dificultades este año, con un crecimiento máximo del PIB del 0,4 %. Para 2026, prevemos una modesta expansión del 0,8%, descontando aranceles generales del 10% de Estados Unidos sobre las importaciones de la Unión Europea. La incertidumbre seguirá siendo alta”, añade.
De acuerdo con el reciente estudio realizado por la aseguradora de crédito entre 470 empresas, sólo el 14% del tejido productivo alemán espera que la economía mejore en 2025, muy por debajo del 32% que espera un empeoramiento. Este pesimismo es fácil de entender: las insolvencias de empresas alemanas aumentaron un 24% en 2024. Las empresas reclaman a la nueva Administración que se centre en cuatro cuestiones: reducción de la burocracia (82%), los costes energéticos (73%) y la fiscalidad (61%) y estabilidad política (54%).
Para impulsar la economía, la nueva Administración deberá tomar rápidamente decisiones difíciles, pero los probables socios de coalición tienen puntos de vista opuestos. Por ejemplo, todos los partidos apoyan una mayor reducción de los costes energéticos, pero la transición a la energía verde es más controvertida.
Si parece cada vez más probable que se produzca algún tipo de reforma del freno de la deuda, o un nuevo instrumento extra presupuestario para eludirlo, aunque los probables retrasos en su aplicación signifiquen que cualquier impacto no se dejará sentir hasta 2026. El apoyo a la industria del automóvil podría ser una prioridad de la nueva Administración, pero en términos generales, las empresas alemanas no deben esperar grandes cambios en los próximos doce meses.
Con base en este escenario es poco probable que la nueva Administración sea capaz de llevar a cabo una rápida reforma estructural o de impulsar el crecimiento a corto plazo. Cualquier expectativa de un cambio rápido en la evolución de Alemania es probablemente exagerada.