Desde 2013 la actividad de las empresas, sobre todo las pymes en vez de las grandes compañías, ha experimentado una progresiva recuperación gracias a la aportación positiva de la actividad exterior, a la reactivación de la demanda interna, a los crecimientos moderados de costes laborales y a las condiciones de financiación.

Como resultado, se eleva la rentabilidad de las empresas aunque sigue estando por debajo de los niveles pre-crisis. Una situación que anima a la inversión y a la creación de empleo, como ha explica Pablo Hernández de Cos, director general de economía y estadística del Banco de España

Los ingresos financieros siguen reduciéndose en 2014 y 2015 así como los gastos financieros debido a los menores costes de financiación continuando el proceso de desapalancamiento. Si ponemos la lupa en las ganancias netas de las empresas no financieras, repuntan un 28% en los nueve primeros meses del año. Por otro laso, la recuperación de la actividad afecta a la mayoría de sectores.

Por otro lado, los gastos de personal han crecido moderadamente durante los últimos años en parte a un mayor dinamismo del empleo que se percibe en todas las ramas productivas.

Según el Banco de España las remuneraciones medias han mostrado un crecimiento moderado. Subraya el organismo que la moderación salarial era necesaria pero sigue existiendo la dualidad entre contratos fijos y temporales, un aspecto que las últimas reformas no ha mejorado mucho, dice de cos, y hay que resolverlo porque la temporalidad plantea problemas para la productividad