La economía mundial crecerá un 3,1% este año y un 3,6% en 2016, los ritmos de crecimiento más bajos de los últimos seis años. Es el último pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su World Economic Outlook (WEO). El organismo rebaja la previsión de crecimiento en dos décimas para este y para el próximo año. ¿Los motivos? La disparidad entre los mercados desarrollados y las economías emergentes, a lo que se suman los precios más bajos de las materias primas.

El organismo prevé, por tanto, un menor crecimiento mundial en comparación con el año pasado, con un modesto repunte de las economías avanzadas y una importante desaceleración en los mercados emergentes, que se refleja especialmente en la debilidad de algunas de las grandes economías y en los exportadores de petróleo.

El Consejero Económico del FMI y Director del Departamento de Investigación, Maurice Obstfeld, asegura que “a pesar de las considerables diferencias en las perspectivas específicas de cada país, las nuevas previsiones rebajan el crecimiento marginalmente a corto plazo en casi todos los ámbitos. Por otra parte, los riesgos a la baja para la economía mundial, parecen más pronunciados de lo que eran hace apenas unos meses”.

El organismo destaca la influencia de tres importantes factores en el crecimiento económico mundial. En primer lugar, la transformación económica de China, lejos del crecimiento de las exportaciones y la inversión, y a favor de un mayor enfoque hacia el consumo y los servicios. En segundo lugar, relacionado con el crecimiento de China, está la caída de los precios de las materias primas. En terce lugar, el FMI hace hincapié en el inminente aumento de los tipos de interés en Estados Unidos, que podría tener “repercusiones globales y añadir más incertidumbres”.

En este contexto global, la institución subraya “la necesidad de formular políticas para elevar el crecimiento real y potencial”.

TABLA 1 WEO

Recuperación en las economías desarrolladas

“El crecimiento de las economías avanzadas se prevé que aumente moderadamente este año y el próximo” explica el FMI. La previsión de este año refleja principalmente una modesta recuperación de la zona euro y un retorno al crecimiento positivo en Japón, apoyado por la disminución del precio del petróleo, la política monetaria acomodaticia y la mejora de las condiciones financieras. En algunos casos, se suma la depreciación de la moneda. Si bien se espera una mejoría de las condiciones, especialmente en América del Norte, las perspectivas se mantienen tenues.

El FMI prevé un crecimiento de las economías desarrolladas del 2% este año y del 2,2% para 2016. En concreto, Estados Unidos crecería un 2,6% en 2015 y un 2,8% el año que viene, una rebaja de 0,1% y 0,2% respectivamente desde el WEO de Julio; para la zona euro prevé un crecimiento del 1,5% en 2015 y un 1,6% el próximo año, la previsión se mantiene para este año y supone una rebaja del 0,1% para 2016 respecto al mes de julio. Dentro de Europa, Alemania crecería un 1,5% este año y un 1,6% en 2016 (rebaja un 0,1% en ambos años), la previsión respecto al PIB de Francia se mantiene sin cambios, en el 1,2% para 2015 y el 1,5% en 2016. Italia crecerá un 0,8% este año y un 1,3% el próximo (suma un 0,1% respecto a la previsión de julio). En cuanto a España, la economía que más crece de la eurozona, el FMI prevé un crecimiento sin cambios respecto a su anterior informe: del 3,1% en 2015, mientras que en 2016 la economía avanzaría un 2,5%.

En el resto de economías desarrolladas, Japón crecerá un 0,6% este año y un 1% el que viene. Por su parte, Reino Unido verá incrementarse su PIB un 2,5% en 2015 y un 2,2% en 2016.

Desaceleración de las economías emergentes y países en desarrollo

Para 2015, el FMI espera un crecimiento débil. En el conjunto de estas economías, lideradas por Brasil, India, Rusia y China, prevé un crecimiento del 4% este año. El WEO explica que a las condiciones financieras mundiales, se suman en este grupo de países las tensiones geopolíticas y las luchas internas, especialmente en América Latina, con altos costes económicos y sociales. Destaca también que las condiciones externas y los costes de financiación representan cada vez mayor dificultad para estas economías, que ven como caen sus precios y sus importaciones.

En concreto, el FMI mantiene las previsiones de China, que crecerá un 6,8% en 2015 y un 6,3% en 2016. Rusia verá decrecer su economía un 3,8% este año, India un 7,3%, mientras que el PIB de Brasil se contraerá un 3%.

El informe explica que los “cambios en los precios de los activos disruptivos y un nuevo aumento de la volatilidad de los mercados financieros, podrían implicar una reversión de los flujos de capital en las economías de mercados emergentes”.

Reformas estructurales

El programa de reformas varía según el país, pero se basa principalmente en las medidas destinadas a promover la participación en la fuerza laboral y el empleo tendencial, “facilitar el ajuste del mercado laboral, corregir el sobreendeudamiento y reducir los obstáculos al ingreso en el mercado de productos, y especialmente el de los servicios.

El FMI añade que en muchas economías del mundo se necesitan “con urgencia reformas estructurales que incrementen la productividad y eliminen los cuellos de botella de la producción”.

En los países exportadores de materias primas con regímenes de tipo de cambio flexible, “la depreciación de la moneda puede ayudar a compensar el impacto de las pérdidas de los términos de intercambio en la demanda”. Aunque también añade que en algunos casos las fuertes variaciones del tipo de cambio pueden exacerbar la vulnerabilidad “asociada a un elevado apalancamiento empresarial y la exposición en moneda extranjera”.

En los países exportadores de petróleo que no disponen de margen de maniobra en el terreno fiscal, la disminución de los ingresos procedentes del petróleo “requiere una reducción del gasto público”. En los países que sí cuentan con margen de maniobra “corresponde ajustar un poco la situación fiscal”.

Foto: FMI