El Banco Central de China tiene un nuevo líder: Yi Gang, un economista educado en EEUU que reemplazará al actual banquero Zhou Xiaouchuan, quien ha estado en el cargo durante más de 15 años.

La noticia ha sorprendido. Porque aunque Yi es conocido como la mano derecha de Zhou, su nombre no se barajaba como su posible sucesor. De todos modos, la elección ha sentado bien en el mercado, ya que Yi Gang tiene a su favor un perfil internacional y representa la continuidad de las medidas que inició Zhou para modernizar China y abrir el país a la inversión extranjera. Esta continuidad podría inyectar más confianza en el mercado bursátil chino.

Una de las prioridades de Yi será mantener bajo control unos niveles de deuda insostenibles mientras el crecimiento económico de China se enfría. A mediados de 2017, la deuda total del país era más de dos veces y medio el valor de toda la economía china y algunas previsiones apuntan a que en 2022 la deuda total llegará al 300% del PIB. Mientras, se espera que este año la economía del gigante asiático crezca menos: un 6’5% en comparación con el 6’9% del año pasado.

El problema es que Yi no tendrá la misma influencia que su predecesor. Zhou ha dejado el listón muy alto: se le considera el arquitecto de la transición de China hacia una economía abierta al mercado global. Yi deberá completar esa transición, pero el artífice siempre será Zhou.

Además Yi tendrá un jefe con un historial económico profundo y un fuerte respaldo político que le hará sombra: se trata de Liu He, asesor económico de Xi Jinping desde hace años, que ha sido nombrado también hoy como uno de los cuatro viceprimer ministros de China. Así que probablemente las decisiones de Yi al frente del Banco Central de China estarán influenciadas por la batuta de Liu He.

Sin embargo, Yi tiene a su favor un perfil internacional gracias a una extensa formación en el extranjero. Obtuvo un doctorado en economía en la Universidad de Illinois, ha impartido clases en la Universidad de Indiana y ha estudiado en la Universidad Seton Hall y también en Harvard. En 1997 comenzó su andadura en el Banco Popular de China, allí ha ejercido como subgobernador durante la última década y en los últimos años ha supervisado gran parte del comercio de China.

Ahora el banco central chino depende cada vez más de la negociación en el mercado abierto de bonos para influir en los tipos de interés de forma parecida a lo que hace la Fed en EEUU. El reto de Yi será utilizar sus conocimientos y su influencia internacional para implementar una política monetaria prudente, impulsar la reforma y apertura del sector financiero y mantener la estabilidad del sector.