Nuevo Gobierno, nueva ministra portavoz. María Jesús Montero se ha estrenado este viernes en su nuevo papel. Es el arma visible en la comunicación del Gobierno de Sánchez, porque como en la economía, en la comunicación política también hay una "mano invisible". En este caso es Iván Redondo, jefe de Gabinete de Pedro Sánchez.

¿Qué nota le ponemos a la nueva ministra portavoz? "No sé si me atrevería a ponerle una nota del 0 al 10, pero aúna varias características atractivas para ser designada portavoz", señala Óscar Santamaría, consultor político y director de Asesores de Comunicación Pública.

Escucha el análisis completo de María Jesús Montero como nueva comunicadora del Gobierno en este podcast.

María Jesús Montero, el arma visible en la comunicación del Gobierno de Sánchez

Su nombramiento esconde tres mensajes

El primer mensaje, económico: Un intento de neutralizar voces de distintos sectores por su alianza con Podemos. Una jugada con la que Pedro Sánchez ha complementado la mayor visibilidad que le ha dado a Nadia Calviño al frente de la vicepresidencia.

También hay una clave política: El puesto de portavoz da visibilidad extra a quien lo ostenta. "Muchos lo ven como el recambio que necesita el gobierno andaluz", apunta Santamaría.

En este sentido es un guiño a sus aliados morados. "Montero tiene muchos pientes con Unidas Podemos, estuvo en las pasadas comisiones negociadores con ellos", explica. Desde UP "la ven con buenos ojos".

tiene muchos puentes con unidas podemos, estuvo en las comisiones negociadoras con podemos. tmb la ven con buenos ojos ellos. auna 4 o 5 caracteristicas que han pesado mucho en su designacion.

Además, Montero es una ministra con buena fama entre los periodistas: es conocida por ser accesible y estar siempre disponible. Tiene un lenguaje directo, sencillo, no rehúsa a las preguntas.

El cambio del Consejo a los martes, un intento por dominar la agenda pública

Y junto a una nueva portavoz, hay más cambios en este nuevo Consejo de Ministros: ahora se celebrarán los martes y no los viernes. Para el experto, es una forma de "tomar la delantera de la agenda pública porque la comunicación es imprescindible en estos tiempos".

Cuando se celebraba en viernes "muchos anuncios se perdían por la dinámica personal y profesional de todos nosotros", insiste. Sin embargo, no todos ganan con esta decisión. "La oposición se queja porque verá mermada su capacidad de preparar las sesiones de control", aclara.