La Organización Mundial del Comercio (OMC) da una vuelta de tuerca más a las negociaciones entre China y Estados Unidos. Las conversaciones entre ambos países avanzan lentamente y esta decisión puede añadir más picante.

Tras la decisión de la OMC, China puede imponer a Estados Unidos contramedidas arancelarias por valor de 3.579 millones de dólares anuales por no cumplir con las normativas del organismo a la hora de llevar a cabo investigaciones antidumping contra productos chinos.

Una resolución que llega seis años después, ya que el caso sancionado este viernes se remonta al anterior Gobierno estadounidense de Barack Obama, fue iniciado por China en diciembre de 2013 y afecta a medidas comerciales estadounidenses contra paneles solares, productos de acero y aluminio, muebles y otras exportaciones del gigante asiático.

La cantidad se calculó tomando en cuenta las pérdidas estimadas para los exportadores chinos en una lista de 25 productos, que según la parte china suponían un perjuicio para su comercio de 7.043 millones de dólares anuales a causa del incumplimiento por parte de Estados Unidos de anteriores decisiones de la OMC.

Pekín deberá ahora pedir autorización al Órgano de Solución de Diferencias -cuya próxima reunión será el 22 de noviembre- para aplicar los aranceles autorizados a importaciones desde Estados Unidos.

La decisión de la OMC se produce pocas semanas después de que en un caso similar la organización autorizara a EE.UU. a imponer medidas de retorsión a la UE por un importe de 7.500 millones de dólares anuales por el perjuicio ocasionado al constructor aeronáutico estadounidense Boeing a causa de las ayudas europeas a Airbus.

En ambos casos se trata de dos de las mayores sanciones permitidas por los árbitros de la OMC en casos tratados por su mencionado Órgano de Solución de Diferencias, encargado de mediar en conflictos comerciales bilaterales.