La ministra de Economía española, Nadia Calviño, anuncia que ha elevado el objetivo de déficit para este ejercicio y para 2019, un movimiento que le permitirá disponer de más margen fiscal para llevar a cabo medidas expansivas.

Para 2018, el nuevo objetivo será del 2,7 por ciento del PIB frente al 2,2 por ciento pactado con la Comisión Europea por el Gobierno anterior. Para 2019, el nuevo objetivo será del 1,8 por ciento del PIB, cinco décimas más alto. Ese año se hará un esfuerzo estructural del 0,4 por ciento del PIB, unos 4.500 millones de euros, por debajo del 0,65 por ciento que le exige la Comisión, aprovechando la flexibilidad que dejan las normas comunitarias.

Este objetivo de 2018 coincide con la previsión del Banco de España y otros organismos como la Autoridad Fiscal Independiente que ya señalaban la dificultad de cumplir con las metas pactadas.

Calviño, que acudió ayer al Eurogrupo, presentó estos nuevos objetivos al Comisario Europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. “Si nos empeñamos en mantener el objetivo de nuestros predecesores, estaríamos obligados a adoptar medidas de ajuste de gran magnitud”, apuntó.

El vicepresidente de la Comisión Europea Valdis Dombrovskis dijo que España debería corregir su déficit excesivo este año. Para cumplirlo, España tiene que reducir el agujero de sus cuentas públicas por debajo del 3 por ciento y salir así del procedimiento de vigilancia de las finanzas que impone Bruselas.