Sabemos que un centro odontológico es un centro asistencial de tratamientos y prestaciones relacionados con la salud y estética odontológica. Ellos cuentan con personal especializado bien sea en estética, endodoncia, ortodoncia, implantes entre otros. La clínica dental puede ser de distinta naturaleza, esta vez nos centraremos en las de tipo franquicia y las de barrio. Es importante conocer las diferencias y ventajas antes de acudir a una de ellas, como paciente tu comodidad y salud es primordial.

Clínicas dentales de barrio


Estos centros de salud dental se caracterizan por ser integrales, prácticos, rentables y lo más importante eficientes. Para entrar un poco en detalle, sus instalaciones se ven limitadas de equipos de alta tecnología pero cuentan con personal calificado especialmente para emergencias. Los procedimientos rutinarios en los barrios son extracciones, rellenos y administración de anestésicos.


Normalmente se encuentran ubicadas tanto en zonas alejadas como en áreas muy pobladas. Aunque son de instalaciones pequeñas, garantizan siempre la atención y la información necesaria y detallada para proporcionar sonrisas. No cuentan con imagen de marca, sin embargo, llegan a ser concurridas por muchos usuarios.

Franquicias de clínicas dentales


Las franquicias dentales son un prototipo de negocio que se ha extendido durante los últimos años. Los locales se ubican a pie de calle y se enfocan en abarcar mercados cada vez mayores. El objetivo es facturar la mayor cantidad de servicios posibles. De igual forma que las de barrio, ofrecen variedad de tratamientos y soluciones que pueden o no ser totalmente accesibles.



Ventajas de las clínicas de barrio frente a las franquicias


A simple vista podemos pensar que ambas clínicas funcionan de la misma forma. Sin embargo, entre ellas hay diferencias que hacen que una tome ventaja frente a la otra. A veces se presenta la disyuntiva de cual elegir y por eso te contamos algunos datos sobre ellas. La idea es que tomes la decisión correcta, basada en tus necesidades.


En una clínica de barrio o tradicional, el dentista suele brindar una atención personalizada, cercana a cada paciente. Se gana la confianza del paciente fácilmente y se siente motivado a realizar un trabajo satisfactorio. Trabajan por vocación, al contrario de lo que se dice de las franquicias. Como es común la rotación de personal, no dedican el tiempo suficiente al paciente. Probablemente en la segunda consulta, el dentista o auxiliar sea otro.

Los dentistas que trabajan en las de barrio, están en constante búsqueda de los mejores resultados para los pacientes. Mientras que, la franquicia suele considerar primero el resultado más rentable pues tienen objetivos de facturación planteados. Dicho límite es establecido por el empresario. Se aprovechan del desconocimiento del paciente para asignar los presupuestos de los tratamientos.

 En cuanto a los materiales, los utilizados en las clínicas de barrio suelen ser de primera calidad y homologados. Tratan de cumplir con lo establecido por las leyes de sanidad para cuidar la salud del paciente. Para el caso de las franquicias, se realizan compras en el extranjero, por cantidades. Son de calidad menor y el especialista no tiene decisión sobre eso, la empresa es quien se encarga de la adquisición.


A pesar de que lo anterior es lo que ocurre en casi todos los casos, debemos recordar que todo gira en torno a la ética del especialista. Existen odontólogos que se sienten cómodos prestando sus buenos servicios tanto en franquicias como en clínicas de barrio. No todo es totalmente malo ni bueno, aunque debemos estar al tanto de los beneficios que nos proporciona cada alternativa.

Importancia de acudir a centros especializados en salud y bucal


Durante toda la vida es indispensable mantener una buena salud dental para que nuestra calidad de vida aumente. Una boca sana no debe depender de la edad que tengamos. Es fundamental que la higiene oral sea correcta, realicemos una dieta adecuada y visitemos al dentista regularmente.


Mientras más edad tengamos, se recomiendan más visitas al año. Recordemos que cada etapa presenta características determinadas. Con el paso del tiempo, los organismos tienden a deteriorarse por lo que debemos prevenir cualquier recaída de salud, incluyendo la boca.

Actualmente, los habitantes de los barrios gozan de buena salud bucal y mantienen sus dientes naturales por mayor tiempo. Pero lamentablemente no es el caso de todos. Las enfermedades frecuentes como las caries agobian desde la infancia y solo las detecta un dentista.

Se debe dejar de lado el mito que una visita al dentista es provocada por dolor o cuando piensas que algo no está bien. Resulta que en una visita programada pueden ser diagnosticados diversos problemas que tarde o temprano pueden resultar más complejos. El nivel adquisitivo suele ser un impedimento también, pero si se cumplen las pautas de prevención será más fácil cubrir tus necesidades.


Los buenos especialistas y las clínicas abocadas a los pacientes, están diseñadas para facilitarte la accesibilidad. Incluso cuando exista alguna discapacidad. Atacar a tiempo está en tus manos, no esperes hasta el último minuto, luce tu sonrisa, no te cohíbas ni de hablar.