Hace unas semanas, el fundador del Foro de Davos, Klaus Schwab, anunciaba su jubilación con efecto inmediato. Una decisión que dejaba vacante la dirección de una institución que goza de gran influencia mundial en materia económica. Pues bien, este miércoles hemos conocido que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha llegado a tener en mente renunciar a su cargo para ocupar el puesto de Schwab.

Su mandato al frente del banco regulador del euro finaliza en 2027, pero, de acuerdo con las informaciones que se han publicado en diferentes medios de comunicación, el final ha estado cerca de adelantarse casi dos años.

El propio Schwab ha afirmado en Financial Times que Lagarde había formado parte de un plan que ambos habían negociado durante “varios años” para que ella lo sustituyera al frente del Foro Económico Mundial.

EL FOCO | ¿Qué ocurre si Lagarde abandona la presidencia del BCE?

Klaus Schwab, fundador y expresidente del Foro de Davos, ha confirmado que la francesa es la principal candidata para sucederle

La última conversación acontecía en abril, cuando Schwab visitaba a Lagarde en Frankfurt para hablar sobre la transición de liderazgo en el Foro. Llegaron a un acuerdo: Schwab seguiría hasta que Lagarde pudiera asumir el cargo a principios de 2027. Ese era el plan hasta que el consejo del Foro Económico Mundial le obligaba a dimitir porque un denunciante anónimo acusaba a Schwab de apropiación indebida de fondos de la organización.

Parece ser que la francesa estaba dispuesta a abandonar su cargo actual diez meses antes del final de su mandato siempre y cuando hubiera podido controlar el nivel de inflación. Solo Wim Duisenberg ha dejado la presidencia del BCE antes de terminar su mandato.

Liderar el organismo regulador bancario es uno de los cargos financieros más importantes de Europa con grandes implicaciones en las negociaciones políticas entre los Estados. Al fin y al cabo, determinan el precio de la deuda, entre otros asuntos. Sin embargo, dirigir el Foro de Davos significaría dar un salto salarial para Lagarde. Pasaría de cobrar 450.000 euros a superar el millón anual.

Aún no hay acuerdo entre la institución con sede en Ginebra y la ejecutiva francesa. Sin embargo, el propio Schwab ha admitido que el Foro Económico Mundial había reservado para Lagarde un apartamento donde “trabajar mientras asumía más responsabilidades”.

El proceso de sucesión en el BCE

En primer lugar, cabe aclarar que el presidente del BCE es el líder del Comité Ejecutivo, que se compone de presidente, vicepresidente y otros cuatro miembros que se encargan de la gestión diaria del BCE y también forman parte del Consejo de Gobierno que decide las medidas de política monetaria.

Cuando el ciclo de ocho años, se cumple, el presidente del BCE solicita al presidente del Consejo Europeo que inicie el proceso. Actualmente ese cargo lo ocupa Antonio Costa, que se encarga de definir las orientaciones y prioridades políticas generales de la Unión. El Consejo está formado por los jefes de Estado o de Gobierno de los Veintisiete, así como el propio presidente del Consejo y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Con el proceso en marcha, los países de la zona euro proponen candidatos. Son los ministros de Finanzas quienes estudian las candidaturas en la reunión del Eurogrupo. Una vez que el organismo acuerda un candidato, se presenta una recomendación al Consejo Europeo. Ese candidato comparece ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo y este, junto al Consejo de Gobierno del BCE adoptan dictámenes sobre el candidato. Una vez todos están de acuerdo, el Consejo Europeo nombra al nuevo miembro del Comité Ejecutivo, en este caso el presidente.

Quien aspire al puesto deberá tener la nacionalidad de uno de los países del euro, así como reconocida experiencia en asuntos monetarios o bancarios.