El Gobierno abre el proceso para cubrir 4.725 plazas de empleo público. Una subida del 65% respecto a la oferta del año pasado, de 2.867 plazas. Algunas de esas plazas son para el Cuerpo de Gestión de la Administración Civil del Estado, el Cuerpo General Auxiliar de la Administración del Estado y el Cuerpo de Gestión de Sistemas e Informática.

Del total, 2.180 plazas son de ingreso libre y 2.545 de promoción interna. Es decir, que el 46% de las plazas irán a pasar a ingreso libre y casi el 54% a promoción interna.

Expertos como Miguel Ángel Robles, de Interban; Javier Domínguez, de Auriga Bonos y Pedro Calvo, desde Bolsamanía, analizan este proceso:



De esta forma, el Gobierno avanza en la oferta de empleo público histórica acordada con los sindicatos a principios del año pasado. El objetivo principal de ese pacto es rebajar la tasa de temporalidad del sector público del 23% actual al 8%, ya que España es el segundo país de la Unión Europea  con más empleo temporal, sólo por detrás de Polonia, según el Eurostat.

En nuestro país actualmente hay unos 300.000 interinos en el sector público. El objetivo del Estado convertir los interinos en fijos. Y por ese motivo ya a finales de 2017 el Gobierno se comprometió a convocar oposiciones para 250.000 plazas en los próximos tres años.

La prioridad es convertir los trabajos temporales y renovar de paso la cara de la Administración Pública. Una Administración que sufre un proceso de envejecimiento alarmante, ya que alrededor del 40% de la plantilla total tiene más de 50 años. La realidad es que los trabajadores de 30 y 35 años son una clara minoría en un sector público dominado por funcionarios y empleados que llevan muchos años en sus puestos.

El Instituto Nacional de Administración pública calcula que se presentarán unas 100.000 solicitudes para esas 4.725 plazas, lo que significa que sólo entrará una persona de cada 20.