Se desata el miedo a un shock de oferta en Estados Unidos. Son las consecuencias de los aranceles que el país ha impuesto a China (del 145%) y que ha provocado que muchas empresas suspendan las compras de productos a las fábricas chinas. Hapag-Lloyd informaba la semana pasada de un desplome del 30% en los envíos de China a EEUU; hoy Blomberg ya apunta a caídas del 60% mientras Goldman Sachs advierte que cerca de 20 millones de trabajadores en China están empleados en trabajos que dependen directamente de las exportaciones a a la primera economía del mundo. Mientras crece el pánico por las estanterías vacías en Estados Unidos por la guerra comercial, las crónicas asiáticas aseguran que las empresas chinas están enviando a los trabajadores a casa porque han parado la actividad mientras identifican mercados alternativos.
Se desata el miedo en EEUU a un shock de oferta que provoque inflación y despidos ante la caída de los envíos por barco de China a EEUU por los aranceles del 145%
