El origen de todo esto es la reciente actualización de las normas para las visas H-1B, que ha provocado una ola de inquietud en núcleos tecnológicos como Silicon Valley y centros financieros como Nueva York. Desde el 21 de septiembre de 2025, el gobierno exige un pago de 100.000 dólares por cada nueva petición de ese tipo de visa.
Hoy ponemos el foco en el impacto que tienen las políticas migratorias de Donald Trump en las grandes empresas.
La dependencia de mano de obra inmigrante, en especial de origen asiático, es tan alta que ya se especula con la posibilidad de que muchas empresas trasladen sus puestos de trabajo fuera de Estados Unidos.
Un grupo de inversión, alineado con sindicatos, ha solicitado a Amazon, Alphabet o Walmart información sobre el impacto que las actuales medidas migratorias del gobierno de Donald Trump están teniendo en su estabilidad financiera y operativa.
SOC Investment Group es una organización estadounidense que actúa como el brazo de activismo accionarial del Strategic Organizing Center, una coalición de sindicatos que representa a millones de trabajadores.
Trabaja con fondos de pensiones sindicales que gestionan más de 250.000 millones de dólares en activos para influir en las corporaciones donde estos fondos invierten.
Busca promover la responsabilidad corporativa y la seguridad de la jubilación mediante el activismo. Para ello, exigen a las empresas que cotizan en bolsa un comportamiento ético, mejor gobernanza y remuneraciones ejecutivas justas.
A pesar de poseer menos del 1% de las acciones en cada compañía, SOC Investment Group tiene un historial sólido a la hora de lograr cambios corporativos.
Las preocupaciones principales
En esta ocasión, sus exigencias se centran, por ejemplo, en los costes de contratación: Cómo van a gestionar las empresas el nuevo arancel de 100.000 dólares impuesto por la administración Trump para la aprobación de cada nueva visa H-1B.
También hablan de la escasez de talento: El grupo advierte que la incapacidad de atraer profesionales cualificados extranjeros —de los cuales estas empresas son los principales empleadores— pone en peligro la competitividad y el valor de las acciones a largo plazo.
Al margen de este visado, que se enfoca en trabajadores más cualificados, Estados Unidos ha sufrido una pérdida de mano de obra. Se calcula que entre enero y julio de 2025, más de 1,2 millones de inmigrantes han abandonado la fuerza laboral debido a las nuevas restricciones.
Las grandes empresas en industrias como la construcción (donde el 30% de los empleados son inmigrantes), agricultura, hotelería y procesamiento de alimentos están entre las más afectadas.
También se ven los efectos en el sector salud y cuidados: Se estima que el sector de cuidado directo a adultos mayores podría perder hasta 400.000 empleos debido a que los inmigrantes constituyen casi el 30% de esta fuerza laboral.
