El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, declara que no conocía la Caja B del Partido Popular ni los sobresueldos. Rajoy explica que "no entra en esos temas" y se ampara en que sus responsabilidades en Génova "eran políticas y no de contabilidad".


El presidente insiste en que él solo se ocupaba de la política del partido: "hay una separación muy clara entre la parte política y la parte económica". Esta última es "pura y llanamente instrumental" para Rajoy. Explica ante la Audiencia Nacional que en materia económica solo se ocupaba "de que las cuentas dieran un balance positivo y de si iban bien". Rajoy insiste también en que no conoce a Francisco Correa, supuesto cabecilla de la Trama Gúrtel. Por otro lado, explica que en su famoso mensaje a Bárcenas "hacemos lo que podemos" no significa nada.


También niega conocer quién pagó exactamente las vacaciones que disfrutó con su familia en las Islas Canarias tras su derrota electoral en 2004 "hasta donde yo se lo pagó mi partido". El presidente se muestra claro sobre hasta donde conoce, "hasta el final", una "respuesta muy gallega" en palabras del letrado de ADADE. Rajoy responde con un chascarrillo: "la contestación tiene que ser gallega porque yo no le podría dar una respuesta riojana". El tribunal ha llamado la atención al presidente por sus respuestas a los abogados. Mariano Fernández de Lugo, abogado de la acusación popular, le ha tachado de "impertinente" después de que Rajoy criticara "la poca brillantez" de una de sus preguntas.


El juez también insiste durante todo el proceso en la pertinencia de las preguntas, desestimando aquellas con índole económica e instando a los letrados a "ir al grano" y a no repetir preguntas a Mariano Rajoy. Se trata del primer presidente del gobierno español que declara ante la Audiencia Nacional, y lo hace por la Trama Gúrtel, uno de los mayores casos de corrupción en la historia de la democracia.