En España no existe una regulación específica para los lobbies o grupos de interés como en otros países, que hasta ahora se rigen por la Constitución para participar en la vida pública. Esto podría cambiar tras el debate en el pleno del Congreso de la Proposición de Ley realizada hace unas semanas por el Partido Popular para modificar el Reglamento del Congreso para regular los grupos de presión.

La Comisión Europea criticó hace unos días la "falta de regulación en España de los lobbies” en su informe sobre desequilibrios de la economía española. Algo en lo que coinciden los expertos, como David Córdova, socio director de la consultora Vinces: “La regulación es importante para fomentar participación e igualdad de oportunidades en las decisiones públicas. La ausencia de regulación ha provocado que se haya fomentado el amiguismo y clientelismo alrededor de los grupos políticos.”



Córdova explica que la regulación propuesta por el PP lo que pretende es “favorecer que las personas o grupos de interés sean más transparentes y se sepa que quieren participar en las decisiones públicas”. Esto es importante, argumenta, “porque es un antídoto contra los privilegios y al mismo tiempo favorece el derecho de todos los ciudadanos de conocer cómo se adoptan las decisiones en el Congreso”.

Sin embargo, la norma que se debate mañana no es suficiente para evitar ciertos privilegios de quienes hacen presión. “Lo ideal sería que contara con otros medios, como una regulación más estricta sobre las puertas giratorias o los conflictos de interés de los diputados”, explica el experto. En cualquier caso, estamos ante un cambio de paradigma, “del compadreo a la profesionalización de la actividad”.