Reino Unido se pone en modo Hard Brexit. El Gobierno británico quiere incrementar las restricciones a la entrada en el país de trabajadores y estudiantes extranjeros. Así lo h anunciado la ministra de Interior, Amber Rudd, que ha detallado las nuevas medidas destinadas al control de la inmigración en el Reino Unido.

Entre las medidas, el plan prevé exigir informes a las empresas para confirmar si los empleados extranjeros están ocupando puestos en el mercado laboral que quitan el trabajo a los británicos. Además, los bancos y los propietarios podrían afrontar sanciones si no comprueban la procedencia y la situación de los extranjeros con los que hagan negocios.

De hecho, según Amber Rudd, en el país deberían entrar sólo los “mejores y brillantes”. El Gobierno británico considera que llegan a su territorio demasiados extranjeros. En declaraciones a la BBC ha asegurado que los británicos "debería tener ese debate sobre inmigración" para determinar qué tipo de "habilidades requieren en el Reino Unido" para ayudar a los "negocios e impulsar la economía".