El Banco de España prevé que la economía española crezca a un menor ritmo a partir del año que viene.

El PIB repuntará este año un 2,7% y un 2,3% en 2017. El porqué lo encuentra en la pérdida de fuelle de algunos factores que han impulsado nuestra actividad económica: la bajada del precio del petróleo, la depreciación del euro y la moderación en los costes de financiación.

En el primer trimestre de este año, el PIB habría crecido un 0,7%, una décima menos con respecto al último de 2015. El organismo explica que a lo largo de estos dos años, seguirá apoyándose en la demanda interna. El consumo de los hogares mantendría un buen ritmo apoyado en la buena evolución del empleo. De hecho, estima que la tasa de paro se quedaría en 2017 ligeramente por encima del 18%.

Por su parte, el IPC retrocedería un 0,1% en el promedio anual de 2016. La inflación seguirá siendo negativa hasta el final de verano, condicionada por el precio del petróleo.

SECTOR EXTERIOR

Las exportaciones perderían empuje en el corto plazo, en línea con la evolución de los mercados exteriores. Mientras, el comportamiento de las importaciones vendría determinado por la evolución de la demanda final. Además, recalca que han aumentado los riesgos tanto interiores como exteriores: por tres motivos:

-Las tensiones en los mercados financieros internacionales
-La inestabilidad geopolítica
- La prolongación de la incertidumbre política en España

(FOTO: www.flickr.com: Steve Slater)