El ecosistema de negocio de las máquinas expendedoras crece en nuestro país, impulsado por las ventajas que ofrece la automatización de la venta y la demanda de nuevas modalidades de productos como los saludables.

El número creciente de máquinas instaladas y las cifras que mueve la distribución mayorista de productos para vending reflejan a las claras la expansión del modelo de venta mediante servicio automatizado.

Para hacernos una idea de lo que ya supone, se calcula que en una comunidad pequeña como el País Vasco (que apenas rebasa los 2 millones de habitantes) hay instaladas unas 15.000 máquinas de vending, que abarcan bebidas frías, bebidas calientes y productos de alimentación.

Unos datos que resultan sencillamente extrapolables a todas las zonas de la geografía española, y que no nos deben de sorprender si valoramos la presencia de estas máquinas en nuestra vida cotidiana, desde en la oficina o la universidad hasta en gimnasio. Lugares que a la postre suponen nuestros espacios habituales en el día a día. Aunque el vending también está como sabemos muy presente en estaciones de transporte, hospitales y amplísimo etcétera.

Una importante fuente de ingresos

Esta expansión de este tipo de máquinas refleja bien a las claras que se trata de un negocio muy lucrativo para las empresas que las instalan, que con ellas obtienen una importante fuente secundaria de ingresos. Y lo hacen además con un sistema que puede estar operativo para vender y recaudar 24/7/365, y para el que se puede obtener un servicio de soporte integral, que abarque tanto el mantenimiento y la asistencia técnica como la reposición de existencias.

Las cifras van en consonancia con la percepción de rentabilidad, de hecho un estudio de IFMA España estimaba que ya en 2021 las ventas conjuntas de máquinas expendedoras alcanzaron un volumen de 1.725 millones de euros, y eso en un escenario postpandémico en el que la ocupación de espacios públicos estaba todavía sometida a restricciones.

Nuevas tendencias en el sector del vending

Asimismo, cabe destacar que todo el ámbito de la venta automática está redimensionándose, al estar introduciéndose tanto nuevos productos como sistemas de vending innovadores, que hacen augurar un gran horizonte de expansión.

Tradicionalmente bebidas calientes como el café o el té, bebidas frías como el agua y los refrescos o los snacks dentro de los alimentos habían sido los productos de presencia recurrente dentro de las máquinas expendedoras.

Sin embargo, en respuesta a la demanda social, se están ofertando nuevas gamas de productos como los alimentos sanos y nutritivos, que están teniendo una gran acogida, desde en centros de trabajo en los que el personal pasa muchas horas, hasta en instalaciones deportivas, como por ejemplo gimnasios en los que las máquinas de vending están en plena sintonía con las dietas alimenticias que pueden requerir los usuarios para su programa de entrenamiento; o incluso en instalaciones como las piscinas, donde los servicios de venta automáticos pueden ofrecer bebidas y snacks saludables, pero también todo el equipamiento necesario para natación: bañadores, gorros, gafas, etc.

Bajo ese mismo enfoque, los distribuidores mayoristas del sector del vending se ha adaptado igualmente para que las máquinas puedan incluir en su oferta productos carentes de alérgenos para personas con alergias o intolerancias, productos ecológicos de proximidad, alimentos veganos, etc.

Así, vemos que se están diversificando las gamas de productos abarcados, para cubrir los diferentes nichos de demanda, inclusive el de los platos preparados, cuya adquisición en una máquina de vending ya no supone ningún exotismo.

El modelo al que se dirige el sector es al imperante en países como Japón, donde los servicios de venta automática cubren una amplísima variedad de productos.

Desarrollo de espacios de venta no asistida

Asimismo, en España están comenzando a implantarse lo que se conoce como minimarkets y espacios de venta no asistida, que hace tiempo que están funcionando con muy buenos resultados en países como el Reino Unido. Con ello, se ofrece a los consumidores unos lugares en los que pueden adquirir lo que necesitan 24/7/365, mediante un proceso de compra que tiene evidentes ventajas en cuanto a rapidez, agilidad y comodidad.

La extensión de este modelo supone la redimensión del concepto tradicional de vending, ya que no se trataría de máquinas que se instalan en espacios cotidianos para cubrir una demanda eventual, sino de todo un servicio de venta automatizado al que acudiríamos para obtener productos que podrían resolvernos una amplísima gama de necesidades.

Todo ello propicia que, como destacan en Eitb, el sector tenga aún bastante margen de crecimiento, tanto en lo que respecta al número de máquinas de vending instaladas como a las cifras globales de venta de productos y facturación.

En cualquier caso, se perfila un horizonte prometedor gracias a la apuesta por la innovación en el modelo de negocio y la diversificación de productos, para dar respuesta a nuevas necesidades de mercado y a la demanda de consumidores de una gran variedad de perfiles.