Tras los ataques de Estados Unidos contra Irán, el parlamento del país asiático ha pedido el cierre del estrecho de Ormuz. Una petición que ha impulsado al alza los precios del crudo al tiempo que ha generado una marea roja en las principales plazas bursátiles, aunque con movimientos poco bruscos. Porque el mercado ya descuenta cualquier cosa, incluso la entrada de Estados Unidos en un conflicto que puede escalar de forma fatal.
En cualquier caso, el estrecho de Ormuz es un enclave estratégico esencial para el comercio del petróleo. Separa las costas de Irán y Omán, entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán. En su punto más angosto mide 54 kilómetros y cada día se transportan más de 15 millones de barriles de petróleo por sus aguas.
El Parlamento de Irán ha pedido el cierre de este enclave estratégico esencial para el comercio de crudo, especialmente hacia Asia
'Viejos' enemigos
Que Irán amenace con cortar el tránsito en el estrecho se ha convertido, casi, en costumbre en una región tradicionalmente conflictiva.
Es cierto que las amenazas nunca se han materializado. Pero también es verdad que el estrecho ha sido testigo de numerosos incidentes en los últimos años, incluidos ataques y confiscaciones de petróleos y cargueros.
De hecho, Irán inauguraba en 2021 una estrategia terminal de exportación de petróleo a través del mar de Omán para, por primera vez, evitar tener que cruzar el estrecho. Y es que Irán podría ser uno de los grandes perjudicados de un hipotético bloqueo.
Para más inri, Trump ha advertido: “Cualquier represalia de Irán contra Estados Unidos será respondida con una fuerza mucho mayor que la presenciada”.