Sarkozy ha ingresado hoy en prisión para cumplir una pena de 5 años por corrupción y financiación irregular. Es el primer expresidente francés que entra en la cárcel pero no el primer político en el panorama mundial que se ve entre rejas.

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Sarkozy es el primer expresidente francés que entra en prisión pero no el primer político ni personalidad en el panorama mundial que pisa la cárcel.

Si pensamos en corrupción política en nuestro país, nos viene a la mente un nombre por excelencia: Luis Bárcenas. En el marco del Caso Gürtel, el Tribunal Supremo lo condenó a 29 años de prisión, con un máximo de 12 años, por blanqueo, delitos contra la hacienda pública y apropiación indebida y otros 2 años por falsedad contable en la "caja B" del PP.
Entró en prisión el 27 de junio de 2013 y fue puesto en libertad condicional el 17 de diciembre de 2024.

Muy sonado fue también el caso de Rodrigo Rato. Ministro de Economía y Hacienda de España entre 1996 y 2004, y Director Gerente del Fondo Monetario Internacional de 2004 a 2007.

Ha sido condenado dos veces. La primera, en 2018, a 4 años y 6 meses por apropiación indebida en el caso de las tarjetas "black" de Caja Madrid.

La segunda, en 2024, a 4 años y 9 meses por tres delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares en relación con el incremento ilícito de su patrimonio. Estuvo en prisión dos años, de octubre de 2018 a octubre de 2020.

Y de un director gerente del FMI a otro, que también es exministro de economía de su país, Francia. Hablamos de Dominique Strauss-Kahn. Contra él, un caso de agresión sexual en Nueva York. En 2011 fue arrestado y acusado de agresión sexual e intento de violación a una camarera de hotel. Los cargos fueron retirados por la fiscalía en 2011 por las inconsistencias en la versión de la víctima.

Y estuvo implicado en un caso de proxenetismo en Francia, el "Caso Carlton", en 2015. Juzgado por "proxenetismo agravado" debido a su presunta participación en fiestas sexuales con prostitutas en Francia, Bélgica y Estados Unidos, resultó absuelto por falta de pruebas.

Otra francesa que también fue directora del FMI de 2011 a 2019 es Christine Lagarde. Condenada por negligencia en el desvío de fondos públicos, en concreto por no impugnar el pago del arbitraje estatal al amigo del expresidente francés Nicolas Sarkozy, Bernard Tapie. Pero el tribunal dictaminó que no sería penalizada ni la condena aparecería en sus antecedentes penales.

Al otro lado del Atlántico

Un caso muy llamativo es el del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. En noviembre de 2019, tras pasar 580 días en prisión y no poder participar en las elecciones presidenciales de 2018, la justicia brasileña le revocó las condenas que había recibido por corrupción y blanqueo de dinero, debido a defectos procesales. En octubre de 2022, regresaba al poder más de una década después de su segundo mandato.

En Perú, el expresidente Alberto Fujimori fue declarado culpable de violaciones de derechos humanos y condenado a 25 años de prisión por su participación en asesinatos y secuestros. Salió de la cárcel en 2023 por motivos humanitarios y falleció en 2024, menos de un año después.

Y no podemos dejar de citar a Bernie Madoff, responsable de uno de los casos más grandes de estafa en la era moderna. Fue el presidente de la firma de inversión que lleva su nombre y que él mismo fundó en 1960, una de las más importantes en Wall Street.

Acusado de un fraude que llegaba a 64.800 millones de dólares, el mayor de la historia llevado a cabo por una sola persona, fue sentenciado en 2009 a cadena perpetua. Falleció en prisión, por causas naturales, en abril de 2021.

Hay numerosos políticos que han estado o están en prisión en diversos países del mundo, a menudo por delitos relacionados de corrupción o malversación.