La bolsa de Tokio ha cerrado con una caída superior al 2% arrastrada por las pérdidas de Wall Street y por los indicadores negativos de China que reavivan más los temores sobre la ralentización del gigante asiático. Las acciones de los fabricantes de automóviles japoneses han sido las más perjudicadas: Toyota se ha desplomado un 1%; Honda un 2%. Se trata de una reacción tardía a la crisis de Volkswagen. Otros sectores que acumularon pérdidas han sido los de los metales no ferrosos, los del acero y el metal y los fabricantes de máquinas. El parqué tokiota abrió con una clara tendencia a la baja tras permanecer cerrado cinco días consecutivos por el fin de semana y la celebración de tres días festivos. El segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección retrocedido por encima del 1% hasta los 1.435 puntos.

La Bolsa de Shanghái, aunque se mantiene hoy al alza, experimentaba caídas ayer superiores al 2% en una jornada en la que se ha hundido de nuevo el índice de precios al productor de la revista “Caixin” que adelanta la tendencia que probablemente se registrará en septiembre. En el resto de plazas, el Hang Seng de Hong Kong retrocede casi un 1%, el Sensex un 0,3%. Los mercados de Singapur y Malasia están cerrados por vacaciones.

Hoy nos fijamos en la India. El primer ministro Narendra Modi está tratando de impulsar la industria militar con un plan para modernizarla. India está fabricando ya sus primeros diseños de drones desarrollados por empresas privadas. Siguiendo el modelo estadounidense, están diseñados para vigilar y seguir a los objetivos en fronteras complicadas como la de India con Pakistán. La intención de Modi también es frenar su dependencia de adquisiciones armamentísticas en el extranjero. Modi ha aprobado un presupuesto de 60 mil millones de dólares para comprar material de defensa en el extranjero desde que llegó al Gobierno.