En el mundo ya hay más de 3 millones de vehículos eléctricos. Pero el ritmo de crecimiento es imparable. Según la Agencia Internacional de la Energía, en 2030 el número se elevará hasta los 125 millones. Eso sí, si las políticas de las autoridades se hacen más ambiciosas en los próximos años, para esa fecha, dice la AIE, la cifra podría ascender a los 220 millones de vehículos.

A lo largo de 2017, año al que hacen referencia los datos de la AIE, el número de vehículos eléctricos en el mundo se incrementó en un 57%. El informe considera dentro de esta categoría a los coches con batería, los híbridos eléctricos enchufables y los vehículos de celda de combustible. El año pasado, el 40% de esos esos coches estaba en China.

Según el informe, la inversión en investigación y desarrollo, los apoyos de las políticas públicas, la ampliación de las infraestructuras y las mejoras de la producción, están reduciendo los costes de las baterías y mejorando la tasa de fabricación de los coches eléctricos. A pesar de ello, el precio de las baterías sigue siendo un de los componentes principales de los costes del vehículo eléctrico. Por ello, apunta serán necesarias más ayudas financieras para apoyar el desarrollo del sector, según la Agencia Internacional de la Energía.

Materiales

Este desarrollo, además, incrementará la demanda de algunos materiales, especialmente el cobalto y el litio, usados en las baterías. La demanda de cobalto, por ejemplo, podría llegar a ser hasta diez veces mayor que los niveles actuales en 2030, teniendo en cuenta las políticas actuales que afectan al vehículo eléctrico.

La evolución del coche eléctrico, sin embargo, tiene un impacto limitado en la demanda eléctrica mundial, dice el organismo. En 2017, la demanda global de todos estos vehículos fue la equivalente a la demanda eléctrica de Grecia durante el año.