La integración de Popular en el Grupo Santander pesa en las cuentas del tercer trimestre del año como reflejan los costes de reestructuración cifrados en 300 millones de euros por el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez. Una cuantía -esos 300 millones- que se verá reflejada también en los dos próximos ejercicios y, por tanto, la entidad no espera incluir más costes de reestructuración en el cuarto trimestre del año.

A pesar de ello, Álvarez es optimista en este proceso de integración y, especialmente, con la recuperación de depósitos. El director financiero del grupo, José García Cantera, concreta que Popular ha recuperado depósitos por valor superior 10.000 millones de euros desde la fecha de la compra. Y, aunque todavía quedarían unos 8.000 millones, Álvarez destaca el comportamiento del “retail” y “particularmente en las pymes”.

Dentro del proceso, el directivo destaca la venta del 51% de los activos inmobiliarios a Blackstone y revela que la adhesión al bono de fidelización diseñado por la entidad para compensar a algunos exaccionistas de Popular ha superado el 60% en volumen, aunque en número de clientes el porcentaje es menor. Confía en que dentro de mes y medio, cuando acabe el plazo, la adhesión sea mucho mayor. Por otro lado, confirma Álvarez que “en las próximas semanas” se iniciará la negociación con los sindicatos para continuar con el proceso de reestructuración aunque no concreta cifras de despidos, que en este punto afectarían a los “servicios centrales”. Ya 2019 continuarían estas negociaciones con los representantes de los trabajadores respecto a la integración tecnológica y de las sucursales.

Respecto a otros asuntos pendientes, como es el de las cláusulas suelo que comercializó Popular, el ceo de Santander confirma que h devuelto ya unos 200 millones de euros a los clientes afectados.

Banco Santander seguirá en Cataluña

Banco Santander no contempla la posibilidad de que haya una independencia de Cataluña y no tiene un plan de contingencia al respecto, aunque sigue de cerca la evolución de la situación política en España, según su consejero delegado, José Antonio Álvarez. Sin embargo, reconoce que este contexto ha provocado cierto nerviosismo y afluencia de clientes a la entidad, tanto en Cataluña como en el resto del país, así como movimiento “no material” de depósitos. Aun así, y aunque tanto Popular como Santander han crecido en captación de clientes en este trimestre, dice que es complicado poner número a la llegada de fondos desde Cataluña.

Banco Santander cree que el impacto económico de la incertidumbre no es todavía relevante. Los efectos sobre la economía española dependerán de cuánto dure la crisis política y, de momento, no se pronuncia sobre si la entidad va a cambiar sus previsiones para la economía nacional. Preguntado sobre si Santander habría cambiado su sede social en el caso de haber estado radicada en Cataluña, Álvarez señala que la entidad probablemente habría seguido "procesos razonables" como sus competidores.