El segundo mayor productor de acero del país, Bristish Steel, no ha aguantado más después de no haber conseguido financiación de emergencia del gobierno y se declara insolvente. La caída de la empresa pone en riesgo unos 25.000 puestos de trabajo.
Propiedad de la firma de inversión Greybull Capital, British Steel emplea a unas 5.000 personas, la mayoría en Scunthorpe, mientras que otras 20.000 dependen de su cadena de suministro.
La empresa acarrea problemas durante años y últimamente ha acusado los efectos del proceso del "brexit". Se pondrá provisionalmente en manos de un gestor del Estado, mientras la consultoría EY trata de encontrar un comprador para el negocio.
El funcionario del gobierno que se encarga de las insolvencias, llamado "Official receiver", ha explicado que "la empresa seguirá comerciando y suministrando a sus clientes", y sus empleados seguirán cobrando, mientras evalúa "las opciones" para el futuro.
British Steel había pedido al gobierno un préstamo de 75 millones de libras que redujo posteriormente a 30 millones de libras después de que Greybull aceptara aportar más dinero, según una fuente cercana a las negociaciones.
Además ya había obtenido este mes un préstamo del gobierno de alrededor de 120 millones de libras (154 millones de dólares) para poder cumplir con las normas del Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) de la Unión Europea.
Los sindicatos y el Partido Laborista de Jeremy Corbyn han pedido al gobierno del Reino Unido que convirtiera a British Steel en propiedad pública.
Greybull Capital, que está especializa en tratar de dar la vuelta a empresas en dificultades, pagó a los antiguos propietarios de British Steel, Tata Steel, una libra nominal en 2016 por esta empresa deficitaria. Además, Greybull fue el antiguo propietario de Monarch, una aerolínea que quebró en octubre de 2017, y también proporcionó apoyo para la compra de la cadena británica de electrónica de alta velocidad Comet antes de su colapso en 2012.