Neuralink, ¿revolución tecnológica o humo?

Elon Musk ha desvelado los planes de Neuralink, que consisten en conseguir conectar el cerebro humano con la tecnología y la inteligencia artificial.

Elon Musk ha desvelado los planes de Neuralink, que consisten en conseguir conectar el cerebro humano con la tecnología y la inteligencia artificial.

Neuralink fue lanzada en 2017 y ha recaudado 158 millones de dólares para desarrollar interfaces cerebro-máquina para conectar humanos y ordenadores. Es decir, permiten transformar la señal neuronal en algo interpretable por un ordenador y poder utilizarlo de alguna manera.

Por ahora el objetivo de esta compañía, según Musk, es instalar chips en los cerebros de personas con problemas de movilidad o paralizados, para que así puedan controlar dispositivos externos.

¿Cómo? A través de “hilos” que implantaría en el cerebro humano, que permitan comunicar áreas concretas del mismo con el exterior. La intención es restaurar la capacidad de hablar, escuchar o moverse a personas que han perdido dichas capacidades.

Del objetivo de Neuralink se sabía poco, solo que la razón de ser de la firma era la de conectar cerebro humano y máquinas, pero durante años se ha venido considerando como la compañía secreta de Elon Musk.

Esta idea no es nueva, de hecho ya existen, por ejemplo, implantes de alguna parte del cuerpo, como un brazo, que está conectado al cerebro y permite cierta movilidad. La clave ahora es, lo primero, que los hilos son muy finos, cuatro veces menos que un pelo humano. Y que con ello, puede llegar a muchísimas más zonas, hasta a 3.000 neuronas a la vez, lo que permite ampliar la capacidad, las tareas.

Neuralink también ha presentado hoy un robot quirúrgico equipado con óptica avanzada que dicen que es lo suficientemente preciso para tejer los delicados hilos en todo el tejido cerebral sin dañar los vasos sanguíneos.

¿Está probando ya esos implantes? Sí, en animales. Según han explicado, hasta ahora las pruebas que han realizado provienen de ratones en laboratorios con hasta 1.500 electrodos. Y lo que hacen es coser esos hilos, tienen un robot que lo hace.

Creen que se puede extrapolar también a humanos, aunque aún no se ha realizado ninguna prueba que lo demuestre. La máquina que utilizan para ello es capaz de implantar seis hilos (192 electrodos) por minuto. Y todo ello sin dañar el cerebro ni tocar los vasos sanguíneos. Están hechos de un material que es flexible y que permite transmitir la información de forma muy rápida, a un dispositivo externo, que se coloca presumiblemente detrás de la oreja. Y desde ahí, al aparato o dispositivo en cuestión.

Neuralink espera conseguir las primeras pruebas con humanos en el último trimestre de este año. Y tener ya un paciente humano a finales del año que viene. Aunque todavía necesitan las autorizaciones pertinentes por parte de las autoridades.

Ahora bien, ¿existe alguna prueba de que se puede utilizar en alguna aplicación real y tangible que nos permita pensar en esto como un tratamiento para pacientes? En principio no. La tecnología permitirá recoger mucha información neuronal, pero ¿para qué? El cerebro humano es muy plástico, estas cosas funcionan mejor en cerebros más sencillos.

Faltan además ensayos con animales más grandes, que evidencien que ya se puede pasar a humanos. Y por supuesto la aprobación de la FDA.

Además hay expertos que señalan que no está muy claro el modelo de negocio de la empresa. De hecho ellos mismos reconocen que les queda un largo recorrido para poder llegar a ofrecer soluciones comerciales.