Alcoa ha desconcertado a los sindicatos, en plenas negociaciones del expediente de despido colectivo para los casi 700 trabajadores de las fábricas de aluminio primario de A Coruña y Avilés. Les ha propuesto echar a 500 personas a partir de la próxima semana y quedarse con unos 200 trabajadores.

Lo que propone la compañía es mantener la actividad en ambas instalaciones, pero solo la fundición del metal, y desprenderse del corazón de las plantas, de la parte donde se realiza la electrolisis, que es lo que tiene un mayor coste para la compañía por el elevado consumo energético que requiere el proceso.

Esta nueva alternativa, que da un vuelco a la crisis abierta por la multinacional, habría sido ya avanzada en la reunión que el martes mantuvieron en el Ministerio de Industria con los consejeros de Industria de Galicia y Asturias y los sindicatos estatales. Ha sido esta mañana cuando se la han planteado a los sindicatos, que la han tachado de inaceptable.

Fuentes del comité de empresa de Avilés afirman que la empresa quiere que los sindicatos acepten sin rechistar los despidos de gran parte de la plantilla a cambio de mantener la actividad en las fundiciones.

Ayer Alcoa hacía una pequeña concesión, y decía que, aunque no se comprometía a paralizar durante seis meses los despidos en las plantas de A Coruña y Avilés como pidió Reyes Maroto, pero sí a no desmantelar las plantas.

La multinacional norteamericana aceptó una de las propuestas del Gobierno en la reunión mantenida este martes y accedió a preservar las instalaciones en buenas condiciones para que se pueda retomar la actividad en caso de que apareciera un comprador.

Eso sí, además su propuesta tiene condiciones, pues necesita llegar a un acuerdo con los trabajadores para realizar el mantenimiento de las factorías, porque se le plantea un problema. Para poder mantener operativas las plantas de A Coruña y Avilés es necesario llevar a cabo un apagado controlado de las series de electrolisis de estas factorías para que queden en condiciones óptimas de ser rearrancadas. Un apagado abrupto haría que se solidificaran las cubas y el metal se quedaría duro dentro, con lo cual no se podrían reactivar, según explica la compañía. De ahí la segunda propuesta de hoy, de prescindir de toda esta parte, la de la electrolisis, que es donde se emplea a más trabajadores, a unos 500.

Sobre esos 6 meses de prórroga en el plazo del ERE que le pedían desde el Gobierno español, no han dicho nada de nada.

 

La multinacional que por cierto ha obtenido unos mil millones de euros en las subastas de interrumpibilidad celebradas en España en la última década, según fuentes del sector, recogidas por EFE.

Sólo por la última subasta de interrumpibilidad -en la que se subastan lotes de potencia interrumpible entre empresas que están dispuestas a ser desconectadas en caso de que sea necesario para mantener la seguridad de suministro a cambio de lo cual reciben una compensación- celebrada ingresó unos 90 millones de euros. Alcoa, que ha atribuido el cierre de sus dos factorías al elevado precio de la electricidad en España, ha venido acaparando en la última década el 30% de la potencia interrumpible adjudicada en estas subastas.

¿Qué es el servicio de interrumpibilidad?


Es la remuneración que perciben una serie de grandes consumidores de energía por estar dispuestos a no consumir en momentos puntuales de alta demanda del sistema.

Desde el año 2009 no ha sido necesario disponer del servicio de interrumpibilidad para garantizar el suministro de electricidad. De hecho hasta este año, en que se produjo una reforma, se trataba de subvenciones encubiertas, según los expertos.

Desde la firma destacan que no han recibido ningún subsidio energético. Pero lo cierto es que la subasta de interrumpibilidad fue clave en el ERE que planteó la empresa en 2014. Este fue retirado a finales de ese año, cuando la empresa logró los bloques suficientes a cobrar, lo que le hizo cambiar de planes. Ese mismo año se convocó una subasta extraordinaria en la que cobró 142 millones de euros.

El periodo de consultas para la negociación del ERE finaliza el próximo martes, día 15 de enero.