José María Álvarez-Pallete (53 años) accederá a la presidencia ejecutiva de Telefónica el próximo 8 de abril, si el consejo aprueba la propuesta de César Alierta. Y nadie espera sorpresa alguna, sino cierta sensación de continuidad de los cambios que el propio Álvarez-Pallete comenzó a introducir en la compañía en los últimos tres años, como consejero delegado.

El nuevo máximo ejecutivo de la compañía es bien conocido por los inversores, los fondos, los competidores...es un veterano "runner" que comenzó muy joven la competición en las telecos, tras su anterior etapa en la cementera CEMEX. Con tan solo 35 años asumió la dirección general de Telefónica Internacional. Poco después, se responsabilizó de la dirección general de Finanzas Corporativas.

Ya con Alierta, ascendió en 2002 a la presidencia de Telefónica Internacional y a la de Telefónica Latinoamérica, hasta que fuera nombrado presidente ejecutivo de Telefónica Europa en 2011 y un año después como consejero delegado de Telefónica S.A., un ascenso perfectamente ordenado hasta la cúpula de la compañía.

Su relevo no tiene nada de sorpresa, pero sí de profundo cambio para la compañía: simboliza la transformación digital en la que debe sumergirse y que, incluso, pone en cuestión su viejo modelo de negocio.  No oculta que el propio gigante que dirige necesita reformular su modelo de negocio. "La gente hoy quiere datos, y Telefónica debe estar centrada en desplegar redes y facilitar el acceso a los ciudadanos", suele decir.

Para Álvarez-Pallete, las nuevas comunidades son digitales, y a ellas deben dirigirse las empresas. "Hay más gente en Facebook que en China", recuerda. Y las grandes operadoras de telecomunicaciones tienen una gran responsabilidad en la nueva economía, entre otras, no ser un obstáculo.