Daniel Sánchez pone el foco esta vez en la ambición. "La ambición es un rasgo de las personas que tiene que ver con un propósito u objetivo", nos aclara Daniel.
En las culturas de tradición afiliativa, como la nuestra, la ambición tiene connotaciones negativas, porque asociamos este término con la consecución de un objetivo pisando al resto. "La Real Academia Española (RAE) no ayuda a eliminar esta pátina negativa", añade Daniel Sánchez. "Los países anglosajones aportan a la palabra ambición una connotación más positiva", concluye.
"Uno que tiene ambición es aquel con espíritu de preparación, y que incluye el respeto y la ética entre sus pilares". asevera Daniel. Por eso, según el autor de 'El dilema del directivo', la ambición es más necesaria que deseable.
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