En un mundo corporativo dominado por el estrés y el rendimiento, Ana Hernández, experta en neurociencia y atención plena, CEO de Quality Lives, plantea una reflexión profunda: "el bienestar laboral no puede seguir siendo un parche, sino una estrategia integral".
Durante su participación en Cibercotizante, Hernández expuso cómo la atención plena —o mindfulness— puede cambiar radicalmente la cultura empresarial. Lejos de ser un lujo o un momento tipo “spa”, esta disciplina es, según sus palabras, "un entrenamiento mental para enfocar la atención en el presente" y apostilla "lo que permite regular el estrés y aumentar la productividad sin sacrificar la salud mental".
Hablamos de bienestar laboral y gestión del estrés con Ana Hernández CEO de Quality Lives
Con una trayectoria en altos cargos directivos y una sólida formación en neurociencia, Hernández defiende que "cualquier persona, como decía Ramón y Cajal, puede ser escultora de su cerebro pero tiene que proponérselo”, afirma. Ese cambio comienza por detenerse. Aunque sea un minuto.
Los síntomas de un estrés estructural en las empresas —rotación de personal, absentismo, mala comunicación— no son invisibles. “Decimos que apagamos fuegos, pero en ese modo defensivo no se construyen estrategias ni se gestiona el cambio de forma creativa”, advierte.
Ana Hernandez CEO Quality Lives: "No se puede hablar de bienestar mientras los líderes siguen con jornadas extenuantes y mensajes a medianoche."
Uno de los puntos más incisivos de la conversación fue su crítica a las acciones de bienestar simbólicas: “una esquina con fruta o una charla motivacional no constituyen una estrategia”. Para que el bienestar funcione, debe ser asumido desde los órganos directivos como una inversión, no como un gasto. Y debe aplicarse también a ellos mismos: "No se puede hablar de bienestar mientras los líderes siguen con jornadas extenuantes y mensajes a medianoche."
IA y Bienestar: Una Alianza Inesperada
Hernández destacó cómo la inteligencia artificial puede actuar como catalizador. Desde Quality Lives, colaboran con herramientas de IA que recogen datos emocionales y culturales de los equipos para crear un “atlas de bienestar” personalizado. Esto permite aplicar medidas adaptadas a generaciones y perfiles distintos en una misma empresa.
“No es postureo. El bienestar es una necesidad organizacional”, concluyó. Las empresas que no se adapten a esta visión corren el riesgo de perder talento y eficiencia. Pero las que lo hagan, se convertirán en lugares donde trabajar no solo rinda… sino que valga la pena.