En los siglos anteriores, el acceso al conocimiento era privilegio de un minúsculo porcentaje de la población. La contribución al desarrollo del saber humano se reducía a un escueto grupo de personas, produciendo así una evolución lenta de las sociedades, no exenta de grandes temporadas de estancamiento o incluso de retroceso.

Pero a lo largo del siglo pasado esa dinámica se ha invertido a nivel mundial, llevando a muchos otros lugares del planeta la extensión de la educación que ya experimentaron Europa y algunas partes de América en la segunda mitad del siglo XIX.

Este proceso se ha acelerado de modo evidente en lo que llevamos de siglo XXI, principalmente debido a la irrupción de las conocidas como Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

La tecnología como puerta de acceso al saber

Actualmente es posible acceder a multitud de bases de datos y compilaciones de trabajos académicos sin necesidad de movernos de nuestra casa. La tecnología ha multiplicado exponencialmente la accesibilidad al conocimiento. Las consecuencias principales de la revolución tecnológica son:

  • El abaratamiento radical del acceso a la misma. Mientras que antes el precio del conocimiento era uno de los motivos de su escasa difusión, ahora el aplanamiento de los costes permite una globalización del tráfico de conocimiento.

  • La personalización de los puntos de acceso. Gracias a Internet y a la conexión con la nube, el usuario, estudiante, investigador, profesor o cualquier persona interesada, puede acceder desde sus dispositivos personales a grandes cantidades de información que antes estaban disponibles solo en bibliotecas o centros especializados.

  • La desaparición de barreras socioeconómicas. Uno de los efectos más celebrados es el de que personas de distintos extractos económicos, culturales, sociales y geográficos puedan acceder y compartir conocimiento de manera equitativa.


Efectos en los modelos de aprendizaje

Tras la instalación definitiva y cada vez más profunda de las TIC en nuestras vidas, muchos ámbitos del saber están en plena revisión de sus modelos. La educación es uno de los más importantes y a día de hoy se está apostando cada vez más por hallar métodos de enseñanza mucho más interactivos, que fomenten un papel más dinámico tanto para alumnos como para profesores.

La posibilidad de personalizar la educación según las necesidades de los estudiantes es una de las grandes ventajas que las TIC pueden aportar en este campo.

Además, atendiendo a las fortalezas y debilidades específicas de cada alumno se le permite un desarrollo educativo más autónomo, lo que al mismo tiempo contribuye a mejorar la percepción que el niño o joven tiene de sí mismo como estudiante.

La posibilidad de compartir recursos educativos online, facilitar el seguimiento de la evolución de cada uno de los alumnos o motivarles a estos a una mayor implicación en las clases, también son algunas de las muchas ventajas que un buen uso de las TIC puede aportar a la educación.

Efecto dinamizador en la economía.

Los cambios de modelo siempre suponen una ventana de oportunidad empresarial para quienes sepan ver las posibilidades de los nuevos métodos. En un mundo cada vez más globalizado, una buena idea empresarial que utilice las TIC para llegar a los clientes supone aumentar el radio de expansión de la empresa, yendo desde lo más local a lo planetario.

Sin duda, la mejora de la educación es una preocupación mundial por lo que las ideas empresariales que ponen su foco en este ámbito estan empezando a surgir en muchos puntos del planeta, lo que facilita una mayor competencia y una apuesta por la calidad para dar a los potenciales clientes el mejor producto educativo.

Esos clientes son todos los implicados en la comunidad educativa: instituciones públicas y privadas, profesorado, alumnos y sus padres, fabricantes de material escolar, editores de libros de texto y de contenidos audiovisuales y un largo etcétera.

Esta vasta cartera de clientes potenciales y accesibles fomenta la creación de empleo en el sector de las nuevas tecnologías, especialmente en aquellas áreas geográficas donde hay más dificultades educativas. Por ejemplo, en Latinoamérica hay numerosas startups que facilitan el acceso a miles de tutoriales o a la preparación de pruebas de acceso y exámenes de distintas instituciones de enseñanza.

Estas plataformas certifican los conocimientos adquiridos por los alumnos, habilitándoles así para su desempeño profesional en distintos ámbitos laborales y fomentando la incorporación al mercado de trabajo de cada vez más personas.

Las TIC no solo han revolucionado gran parte de nuestro ocio; nuestra manera de educarnos, de adquirir conocimientos y de trabajar, también está cambiando. Aprovechando las ventajas de estas tecnologías multiplicamos nuestras posibilidades y construimos un futuro mejor para todos.

María José Madarnas