La justicia francesa inicia una investigación a Renault para averiguar si ha realizado algún tipo de fraude en los dispositivos de control de emisiones de gases contaminantes de los vehículos diésel del grupo. La Fiscalía de París explica que la investigación se abre por "engaño sobre las calidades sustanciales y los controles", con el objetivo de averiguar si esos instrumentos ocultan el volumen de contaminación que emiten algunos de sus vehículos diésel en condiciones normales.

A finales de 2015, los servicios antifraude franceses registraron varias sedes de Renault para determinar si la compañía utilizaba este tipo de mecanismos, tras conocerse los resultados de las pruebas realizadas a varios de los modelos de Renault a raíz del escándalo Volkswagen.

Según las conclusiones de la comisión técnica creada por la ministra Ségolène Royal, las cantidades de óxidos de nitrógeno en condiciones normales, en algunos de los vehículos de la marca, eran superiores a las que se habían obtenido en los test en laboratorio.

Tras conocerse estas informaciones, las acciones de Renault bajan un 1,5% en la bolsa de París.