El consejo de administración de Gas Natural Fenosa, reunido de forma extraordinaria a primera hora de esta tarde, acuerda mover su sede social de Barcelona a Madrid.

La compañía sigue los pasos de entidades financieras y empresas radicadas en Barcelona que han decidido trasladar sus sedes fuera de Cataluña ante la incertidumbre generada por el referéndum ilegal del pasado domingo y la posibilidad de que la próxima semana se produzca una declaración unilateral de independencia.

En el caso de Gas Natural Fenosa da un paso más al ubicar su sede en la capital de España. Antes de su fusión con Gas Natural, Unión Fenosa tenía sede en Madrid. Esa es la razón por la que el consejo de administración de la compañía se ha decantado por esta ciudad, donde dispone de dos grandes complejos.

Estas compañías se harán uso del decreto ley de medidas urgentes en materia de movilidad de los operadores económicos dentro del territorio nacional, con el que se establece un nuevo marco para agilizar el cambio de sedes sociales de las empresas en territorio nacional. Con esta medida se facilita el cambio de sedes empresariales ante el desafío independentista en Cataluña.

Ramón Hernández Peñasco socio del bufete Legal Field y profesor en el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), cree que es "razonable esta medida porque son circunstancias excepcionales".



Banco Sabadell acordó ayer el traslado de su sede social a Alicante y CaixaBank tratará también este viernes en un consejo extraordinario su posible cambio. Varias empresas como Dogi, Naturhouse, Eurona, Oryzon, Proclinic o Freixenet, han optado por el cambio de sede ante la situación en Cataluña.

Otras compañías con sede en Cataluña como Grifols no se han pronunciado aún sobre si tiene pensado abandonar la región. En el caso de Abertis, la empresa ha dicho que no puede tomar en este momento una decisión porque está en medio de un proceso de OPA.

Una lista de empresas que trasladan su domicilio social fuera de Cataluña que no hace más que crecer. “Se hace para generar una sensación de vacío y sacar a Cataluña de su burbuja”, señala Alexis Ortega, analista de Finagentes Gestión, quien califica este éxodo como el verdadero referéndum catalán: el referéndum del dinero. Un referéndum que nos permitirá saber “qué posición tiene uno y qué es lo que desea cada cual”.

Con la mirada puesta en los valores del Viejo Continente, Alexis Ortega se lamenta de que queda lejos “ese espíritu europeísta de progreso, cultura y ambición”.