Iberdrola ha acordado la venta de su filial Scottish Power Generation a Drax Group por unos 702 millones de libras (unos 801 millones de euros), después de semanas negociando. Traspasa así una buena parte de los activos de generación eléctrica de su filial británica Scottish Power como centrales hidroeléctricas y de gas natural. Se quedará con las plantas de renovables y sus redes de transporte y distribución.

La eléctrica española señala que la desinversión forma parte de su plan de rotación de activos e impactará positivamente en sus cuentas, aunque no ha facilitado más datos al respecto.

Pese a esta desinversión la compañía señala que Gran Bretaña sigue siendo un mercado clave y continuará con los planes de invertir 5.200 millones de libras hasta 2022 en su capacidad de energía renovable en el país.

La transmisión de Scottish Power Generation, que cuenta en la actualidad con una capacidad total instalada de generación de energía eléctrica convencional de 2.566 MW en el Reino Unido, se enmarca dentro del plan de rotación de activos por valor de 3.000 millones de euros que Iberdrola anunció en el Día del Inversor celebrado en febrero de 2018.

Iberdrola señala que la operación tendrá un impacto positivo en los resultados consolidados correspondientes al ejercicio 2018, que se cuantificará y comunicará al cierre de la operación.

Esta operación en Reino Unido se suma a la venta del negocio de almacenamiento de gas  en Estados Unidos y a la participación minoritaria en Tirme. El importe total de las transacciones anunciadas en 2018 supera los 1.000 millones de euros.