La compañía estadounidense IBM ha desarrollado una nueva tecnología para baterías que usa materiales extraídos del agua marina y no requiere cobalto.

Una nueva batería basada en tres materiales patentados que no utilizan metales pesados u otras sustancias con problemas de abastecimiento.

Los materiales para esta batería se pueden extraer del agua de mar y sienta la base para conseguir técnicas de abastecimiento menos invasivas que los métodos actuales de extracción de materiales.

IBM señala que se ha asociado con la división de investigación de Mercedes-Benz -propiedad de Daimler-, el proveedor de electrolitos para baterías Central Glass y el fabricante de baterías Sidus para el desarrollo comercial del nuevo diseño.

"El objetivo sería tener, dentro de un año más o menos, el primer prototipo (de la batería) en funcionamiento", ha señalado Jeff Welser, vicepresidente de IBM Research.

No obstante, añadió que IBM no tiene por qué acabar fabricando un producto basado en el diseño.

Potencial para las baterías de vehículos eléctricos

La iniciativa llega en un momento en el que los principales fabricantes de baterías buscan reducir el contenido de cobalto en las baterías de ion de litio. Se espera que la expansión del mercado de vehículos eléctricos provoque una escasez del mineral, presente sobre todo en la República Democrática del Congo.

El descubrimiento de IBM tienen un potencial significativo para las baterías de vehículos eléctricos.

IBM señala que su tecnología ha demostrado que tiene mejores resultados que las baterías de ion de litio a nivel de costos, tiempo de carga y eficiencia energética.

Las pruebas actuales muestran, según la empresa, que se requieren menos de cinco minutos para que la batería, configurada para alta potencia, alcance un estado de carga del 80%. Combinado con el coste relativamente bajo de obtener los materiales, el objetivo de un vehículo eléctrico de carga rápida y bajo coste podría convertirse en realidad.

Además, la empresa señala que sus pruebas han demostrado que la batería puede diseñarse para un ciclo de vida prolongado y por tanto se convierte en una opción para aplicaciones de redes eléctricas inteligentes y nuevas insfraestructuras energéticas donde la longevidad y la estabilidad son la clave.